El frío mañanero no fue impedimento para que los 27623 machacheños (según el último censo de población y vivienda) se volcaran hasta las calles de la ciudad para dar rienda suelta a su alegría e ingenio con la realización del Cascaronazo 2014.
Esta celebración, explicaba Elizabeth Paucar, una de las organizadoras, tiene su origen en la antigua tradición machacheña de jugar carnaval con redondas cáscaras de parafina rellenas de agua de aromas.
Una tradición que la cabecera cantonal quiere recuperar en detrimento del juego con agua y espuma de carnaval. Por eso, una de las prácticas habilitadas en compartir pequeños ramilletes de flores, caramelos y frutas.
En la tarima levantada en la calle García Moreno estaban, vestidos para la ocasión, el prioste, Edgar Ayala, sus invitados; en las veredas casi toda la gente del pueblo y muchos visitantes esperaban con impaciencia el desfile que daba inicio a la celebración.
Este empezó con los acordes de la Banda del Fuerte Militar Atahualpa, acantonado en el cantón Mejía y dio curso a la presentación artística de ocho delegaciones invitadas, entre las que constaron Saquisilí, Tabacundo, Cayambe, Cuenca, Riobamba; y las internacionales de Colombia y Perú.
Desde las 09:30, las comparsas participantes danzaron por las calles habilitadas para el efecto y demostraron sus galas y destrezas. Todas fueron retribuidas con entusiasmo y unción cívica.
Este año se trató de un concurso con tres triunfadores, explicó Paucar. El primer premio se hará acreedor a USD 3 000, el segundo a 2 000 y el tercero a USD 1 000.
El evento se caracterizó por la policromía de las vestimentas, la variedad de las danzas y la alegría contagiante de danzantes y espectadores.
Hubo desde danzantes y sayas bolivianas hasta el baile característico de la zona italiana del Piamonte.
Los asistentes tampoco escatimaron alegría y buena vibra. “Es volver a nuestras raíces; recuperar las viejas tradiciones que forjaron el bagaje del machacheño”, explicaba Verónica Arboleda, una quiteña de nacimiento que festejaba la ocasión sin ninguna reserva y más que un oriundo de esa tierra fría pero acogedora.
Las reinas de la localidad también animaron la fiesta desde un carro alegórico. Denisse Pastrano (Reina de Machachi), Jessica Larco (Señorita Simpatía) y Nataly Miranda (Chagra del Páramo) no pararon de regalar sonrisas y besos volados.
Luego de casi tres horas de desfile los actores y espectadores, agotados por el esfuerzo, dieron suelta a su vocación carnavalera y se mojaron con carioca y otras mixturas hasta decir basta, poniendo en escena precisamente lo que el Cascaronazo quiere erradicar.
Por la noche se desarrollará el festival artístico, donde participarán varios populares artistas como la orquesta Los Tito’s.
El tránsito
Llegar a Machachi es una pequeña odisea. Desde la salida de Quito –tanto por la avenida Pedro Vicente Maldonado como por la autopista Simón Bolivar la fila de automotores es interminable.
La Panamericana Sur tiene el mismo panorama. Hasta las 15:30 se contabilizaron tres accidentes (un volcamiento, un choque y un herido por un automotor). Claro, la fila repleta es la que lleva de Quito hasta otras ciudades y provincias. El regreso es mucho más cómodo pues no hay muchas aglomeraciones.