Cientos de artesanos recrean a los personajes de la política nacional, el cine y la televisión a través de los tradicionales monigotes que se quemarán mañana 31 de diciembre del 2021 en la noche, en medio de restricciones sanitarias.
Las calles, plazas y avenidas de Ambato, Santo Domingo y Portoviejo son vitrinas donde los artistas exhiben los muñecos elaborados con papel y cartón reciclado. O los clásicos, rellenos con aserrín.
La ocupación de estos espacios públicos está bajo el control de las autoridades de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonales, con base en las recomendaciones emitidas por el COE nacional, que prohibió la exhibición y quema de los muñecos en sitios públicos.
En Ambato, por ejemplo, los muñecos se comercializan desde el pasado 20 de diciembre, en la tradicional avenida Rodrigo Pachano, norte de la ciudad. También hay vendedores en la explanada del Centro Cultural La Liria, en Atocha. En estos lugares se instalaron 55 puestos.
La ambateña Kruscaya González armó su local en la vereda de la Rodrigo Pachano. En el lugar hay monigotes desde USD 5 a 200. Recuerda que el año pasado, pese a la pandemia logró vender 150 muñecos.
Este año confeccionó 200; pero el comercio bajó 60%. Hasta ayer pudo vender 60, entre grandes, medianos y pequeños. “La venta bajó porque antes los chicos venían con sus padres a comprarlos, pero ahora llega poca gente por la amenaza de Ómicron”.
Personajes como el presidente Guillermo Lasso, el Juego del Camaleón y otros populares como El Chavo, Batman y el Hombre Araña son los más demandados. “Confeccioné seis muñecos del Presidente y todos se vendieron”.
Cecilia Ruiz llegó desde el centro de la urbe. El año pasado no quemaron a los monigotes con su familia por el virus. “Ahora esperamos reunirnos solo el grupo familiar para pasar un momento ameno”.
En Santo Domingo, Hilda Payo dio los últimos retoques a la figura de un personaje del videojuego en línea Free Fire. El año viejo de un metro y medio de altura es uno de los últimos encargos que la artesana debe entregar hoy. Desde julio, cuando inició sus actividades, ha logrado colocar otros 10.
La efigie de torso robusto y que simula ropa de camuflaje fue un pedido de Carlos Zambrano, aficionado ‘gamer’ que quiere quemar el monigote para seguir sumando adeptos en sus redes sociales.
Ayer tomó las primeras fotos de este ‘avatar’, que es parte de los enemigos virtuales dentro del juego. Zambrano pagó USD 200 por este año viejo.
El clima húmedo de estos días en la tierra tsáchila limita a Payo para acelerar el trabajo, ya que el pegamento y el papel adherido al monigote no logran compactarse pronto.
La mujer realiza estas tareas a la par de la atención en su pequeño local en la cooperativa de vivienda Jorge Mahuad. Ahí, unos 15 artesanos mantienen, por 35 años, la tradición de elaborar personajes típicos para cerrar el año.
A lo largo de la calle asfaltada, los emprendedores tienen sus talleres en las áreas destinadas a garajes. John Silva, presidente de los confeccionadores, cuenta que para esta temporada sacaron 5 000 unidades a la venta. Es la misma cantidad del año pasado.
Silva lo dice mientras pinta un pequeño año viejo que emula a la niña de la serie El Juego del Camaleón. Los costos de cada uno van de USD 5 a 200. Los de menor valor tienen entre 30 y 40 centímetros de altura; los más grandes son de hasta cuatro metros.
El grupo de artesanos se dotó este año de 100 libras de papel para dar forma a figuras como el virus del covid-19, al presidente Lasso con su bastón, a personajes de la serie de la Casa de Papel, Spiderman, Chavo del 8, Los Pitufos o Batman.
El Municipio no les había autorizado la comercialización, en principio, porque adecuó un sitio en la zona del automercado para que los artesanos hagan sus ventas en un solo lugar. Ahí se inauguró la feria de los monigotes a mediados de este mes. 30 comerciantes montaron la exhibición en estanterías bajo carpas de lona.
Pero los de la Jorge Mahuad no se movieron del sector, por temor a que no les compren tanto. Hasta el momento, los artesanos reportan un 35% de ventas, de 5 000 elaborados.