En octubre pasado, Ecuador impuso un reglamento que fija normas para las visitas, comunicaciones e incluso aspectos de salubridad de Julian Assange dentro de la embajada. Foto: Archivo AFP
La Secretaría de Comunicación de la Presidencia emitió este viernes, 11 de enero de 2019, un comunicado sobre la situación de Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres, donde se encuentra asilado desde el 2012.
El Gobierno ecuatoriano calificó como “totalmente falsas” las acusaciones de un supuesto deterioro de las condiciones en las que el ‘hacker’ australiano ecuatoriano vive en la delegación diplomática.
La abogada estadounidense-venezolana, Eva Golinger, en su cuenta de Twitter, escribió: “Ecuador cortó la calefacción en su Embajada en Londres (en pleno invierno) y removió la cama de Julian Assange, forzándolo a dormir con frío y en el piso. Qué manera de tratar un asilado, @Lenin: Juego Final –Assange”.
Esto se suma a una publicación del medio británico Daily Mail. El reporte recoge la declaración de Cassandra Fairbanks, una comentarista política norteamericana, quien habría visitado a Assange. Ella dice que visitar a Assange fue “más invasivo que visitar a alguien en una penitenciaría federal”.
Por ejemplo, ella relata que luego de saludar a Assange trataron de ir a otra habitación de la embajada, “con menos vigilancia para poder hablar más abiertamente”. Pero, un miembro del personal de la delegación llamó a la puerta y les habría exigido que regresen al lugar asignado a Assange.
“Mientras caminábamos por el pasillo, noté que no había un ángulo que no estuviera siendo grabado por un bosque de cámaras negras orwellianas amenazadoras”, también dice la estadounidense.
La Presidencia ecuatoriana respondió que el sistema de calefacción de la sede de la misión diplomática está operando con normalidad, sin afectaciones a los funcionarios, usuarios ni a Assange. “Además no se ha removido mobiliario alguno de su habitación, a la cual se accede con una clave electrónica que es de uso exclusivo para él”.
Assange fue asilado por Ecuador en su Embajada en Londres en 2012, cuando ingresó bajo el argumento de que temía ser arrestado en suelo británico y deportado a EE.UU., donde podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos clasificados.
La Justicia inglesa lo buscaba por haber violado una medida cautelar de arresto domiciliario en relación a un requerimiento de las autoridades suecas de 2010, a raíz de las acusaciones de dos mujeres por violación, que él niega, causa finalmente archivada en Suecia ante la imposibilidad de avance.
Ecuador ofreció el año pasado al fundador de Wikileaks que cumpliera un protocolo que estipula normas de convivencia dentro de la Embajada, o que se entregue voluntariamente a la Justicia británica con ciertas garantías por parte de Reino Unido, como que no será extraditado a un país donde rige la pena de muerte.