Puerto Príncipe, Ginebra. AFP y DPA
La representante de la ONU para la reducción de los riesgos de catástrofes advirtió que la llegada de la temporada de tempestades tropicales en mayo puede agravar los efectos del sismo en Haití, que causó al menos 170 000 muertos.
“La temporada de huracanes se inicia en tres meses y hay probablemente 200 000 familias sin techo. ¿Cómo serán albergados, cómo tendrán acceso al agua potable y a encontrar trabajo, para que el desastre, que ya destruyó sus vidas, no sea aún más grave?”, se preguntó Margareta Wahlström ante la prensa en Ginebra.
La funcionaria de la ONU recomendó a las organizaciones de ayuda humanitaria en el terreno que reubiquen a las personas en zonas seguras. “Hay que ponerse de acuerdo sobre la utilización de terrenos donde campamentos temporales puedan ser instalados, preferiblemente en las zonas que no son normalmente expuestas a los ciclones” y “donde se puedan albergar lo mejor posible de los vientos violentos”, agregó.
Mientras tanto, las donaciones, prometidas o ya recolectadas, para ayudar a los damnificados del terremoto que sacudió Haití el 12 de enero sumaban hasta ayer USD 2 020 millones, según cálculo de las Naciones Unidas.
Las donaciones provienen de Estados, de ONG, fundaciones, empresas o particulares, según la lista de donadores reunida por la ONU y publicada en su sitio de coordinación de la ayuda humanitaria. Los aportes incluyen las que responden al llamado a reunir un fondo de urgencia de USD 575 millones lanzado por las Naciones Unidas el 15 de enero, y que está financiado en un 77%, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Por su parte, el enviado especial adjunto de la ONU para Haití, Paul Farmer, afirmó ayer ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado estadounidense que el 75% de Puerto Príncipe deberá ser reconstruido tras el terremoto. “Necesitamos el mejor equipo internacional para trabajar con los haitianos”, apuntó Farmer.