Arsenio Proaño
Los hombres y mujeres civilizados no le tenemos miedo a la prensa mediocre y corrupta que ha defendido por siempre los intereses de los grupos de poder.
Editorialistas, directores de medios que están al servicio de estos grupos mafiosos que se reúnen en asociaciones, cámaras, colegios, etc. para crear el caos y no perder sus privilegios.
Prensa amarilla que miente, escandaliza y trata de confundir a la población con noticias falsas, sacadas de contexto. Los ciudadanos requerimos una prensa profesional, honesta que analice con veracidad los acontecimientos, y no realice una oposición ciega.
Trabajé en empresas multinacionales por más de 30 años, hoy tengo un propio negocio, hijos profesionales y mi defensa de esta revolución ciudadana es porque quiero mejores días especialmente para la juventud estudiosa, porque veo todos los días cambios profundos en educación, salud, vivienda, vialidad que han sido olvidados por los gobiernos y que han sumido en la pobreza e ignorancia a la población con la complicidad de la Iglesia, los medios de comunicación y otros actores políticos.