Abatido. Así se lo vio al técnico y ex astro de la Selección argentina, Diego Armando Maradona, tras sufrir su tercera pérdida consecutiva, que en esta ocasión significó la clasificación directa de Paraguay.
Argentina vive la pesadilla más temida de la mano de su mayor ídolo futbolístico: el riesgo de quedarse afuera del Mundial de Sudáfrica 2010.
El repechaje asoma ahora como tabla de salvación para un equipo de estrellas con rendimiento en desplome y un técnico que no encuentra el modo de hacer funcionar a sus jugadores. Maradona le puso el pecho al vendaval de críticas y las versiones sobre su posible alejamiento del cargo. “Voy a seguir, voy a cumplir mi contrato”, aseguró en el peor momento de los 10 meses que lleva al frente de su selección.
“No me van a quebrar”, advirtió. La Selección argentina jugó muy mal, coinciden tanto los expertos como los fanáticos, que apuntan sus dardos contra Maradona. El 87% considera que debe renunciar tras caer ante los guaraníes, según los resultados de un sondeo ‘on line’.