Redacción Guayaquil
En su auto, Carlos Carrera recorre las congestionadas calles de Guayaquil. Durante la mañana trabaja como taxi amigo. A diario, traslada a decenas de personas a sus trabajos o a sus casas.
Pero, en la tarde, Carrera deja a un lado las llaves de su carro. Es cuando se dedica a su verdadera profesión. “Soy médico psicólogo, atiendo a mis pacientes durante la tarde y noche”, comenta.
6 000 médicos
es la cifra aproximada de galenos desempleados en la provincia de Guayas.Este profesional dividió su jornada para lograr mejorar sus ingresos. “Hay un problema socioeconómico. Los centros, hospitales y clínicas acaparan al público. Eso ha causado que los médicos particulares tengamos un curva agónica en el déficit de pacientes”.
La falta de empleo es uno de los males que aqueja a los médicos de Guayas. Según datos del Colegio de Médicos, la provincia registra cerca de 12 000 galenos en distintas especialidades. Pero solo el 50% tiene trabajo.
“Aproximadamente, 6 000 médicos están en la desocupación. De ahí, 3 800 tenemos la suerte de tener una relación de dependencia y los 1 200 restantes están en el subempleo”, dice Orly Oyague, presidente del Colegio de Médicos de Guayas.
4 500 cargos médicos
Datos del Colegio de Médicos indican que cada año de las facultades de ciencias médicas del país egresan 1 500 médicos y solo se crean de 100 a 150 plazas.
El presidente del Colegio de Médicos de Guayas, Orly Oyague, explica que algunos galenos laboran con la modalidad de contratos por prestación de servicios, pero con sueldos bajos.
El Colegio de Médicos de Guayas ha enviado varios comunicados al Ministerio de Salud y al Consejo Directivo del IESS para solicitar la realización de una convocatoria pública para ocupar las 4 500 plazas médicas.
Según la Ley de la Federación Médica Ecuatoriana, en sus artículos 39 y 40, se establece que “todo cargo médico, ya sea creado o vacante, debe ser llenado inmediatamente por un concurso de mérito y oposición”. Según el dirigente del gremio, una de las preocupaciones de sus colegas es la llegada de especialistas cubanos para la misión Manuela Espejo. Desde septiembre pasado, 174 médicos de Cuba hacen una valoración de las personas con discapacidades auditivas, visuales, mentales, intelectuales y físico-motoras en el país.
“No nos oponemos a que mejore la atención en salud, pero eso no quiere decir que estemos de acuerdo con que vengan a cubrir plazas de trabajo médicos extranjeros, cuando hay una desocupación de 20 000 médicos en todo el país”, recalca Oyague.
El temor de los galenos aumenta con la disposición de la Corte Constitucional, que dispone la libre asociación. Antes, para que un médico pudiera ejercer su actividad profesional, debía estar afiliado a un Colegio provincial. Pero ese ya no es un requisito.
Oyague también critica la falta de agilidad en la creación de los 4 500 cargos médicos para el país, a cargo del Ministerio de Salud. “Es falso que el Gobierno haya generado partidas para los médicos”.
Por ejemplo, en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Guayaquil, se verificó que hay una déficit de especialistas. Según un informe técnico, faltan 500 profesionales.
Médicos, enfermeras, auxiliares y terapistas son parte del personal que falta para cubrir la demanda de los afiliados. Para inicios del próximo año, mediante concurso, se espera subir la nómina del personal de 699, que hay actualmente, a 913 trabajadores.
En los pasillos del hospital del IESS, los médicos residentes, jóvenes que realizan sus prácticas universitarias, esperan ocupar uno de estos cupos. Mientras que en las universidades, el flujo de estudiantes aumenta en las facultades de Medicina.
Con el cambio de hora, cientos de alumnos entran y salen de los salones de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Guayaquil. Esta es una de las más numerosas: agrupa a 9 396 estudiantes.
Con un mandil blanco y un pesado libro en sus brazos, Wendy Fernández se alista para una clase de anatomía. El fuerte olor a formol cubre una de las aulas, pero ella está acostumbrada.
Junto a la puerta, mira a un grupo de segundo semestre amontonado alrededor de una mesa. Ahí, mientras la joven de 20 años repasa para un examen, analizan un cadáver con pinzas y guantes.
“Decidí estudiar aquí porque es una carrera reconocida. Se puede tener más apertura en el trabajo y las prácticas ayudan mucho, porque ahora hay mucha competencia”, cuenta la estudiante, que en siete años obtendrá el título de Médico General.
El decano, Wilson Maitta, explica que los profesionales de esa carrera son moldeados en cuatro áreas básicas: medicina, cirugía, ginecología y pediatría. Pero lo que les abrirá paso en el campo laboral es el nivel de especialidades que logren alcanzar.
Pero, si bien la acogida de los profesionales médicos de la Universidad Estatal es alta en el campo laboral, Juan Carlos Lascano, del directorio del Colegio de Médicos de Guayas, asegura que las exigencias han aumentado mucho en los últimos años.
“La Facultad tiene renombre, pero ahora lo que pesan son los posgrados y otros estudios. En la provincia hay muchos médicos y la mayoría se dedica a otra cosa menos a atender pacientes”.