La producción de libros físicos vivió su peor año; la digital va en alza

A causa de la pandemia se suspendieron los eventos presenciales. En la imagen: participantes de la feria del 2019 en el Centro Bicentenario. Foto: Archivo

A causa de la pandemia se suspendieron los eventos presenciales. En la imagen: participantes de la feria del 2019 en el Centro Bicentenario. Foto: Archivo

A causa de la pandemia se suspendieron los eventos presenciales. En la imagen: participantes de la feria del 2019 en el Centro Bicentenario. Foto: Archivo

El mundo editorial ha sido uno de los sectores culturales más golpeados durante el primer año de pandemia. Según datos de la Cámara Ecuatoriana del Libro, en el 2020 se registraron en total 4 349 títulos, un 13,17% menos que en el 2019.

Asimismo, se registraron 2 608 015 ejemplares, un 57,96% menos, respecto de la producción del 2019, cuando se anotaron 6 203 547 ejemplares.

A criterio de Oswaldo Almeida, presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro, estas cifras evidencian la profunda crisis por la que está pasando el sector. En otros países, sobre todo los europeos -dice- las ventas casi se mantuvieron similares a las del 2019. 

Almeida agrega que se debe reconocer que hay sociedades más lectoras, pero enfatiza que durante el último año muchas personas se dieron cuenta de que la lectura puede convertirse en una herramienta importante de resiliencia.

“La gente se volcó al consumo de la televisión y se olvidó de que puede encontrar buenas novelas. Pero también se han dedicado a buenos libros sobre ejercicios en casa, meditación, autoayuda o cocina”. comenta Almeida al respecto.

Un dato interesante, pese a la crisis, es que en el país se registraron 40 nuevas editoriales. Una de ellas es Siamesa Editores, especializada en publicar literatura de no ficción

César Salazar, dueño de la editorial, cuenta que comenzó a trabajar en el lanzamiento de este sello antes de la pandemia, pero la emergencia trastocó sus planes. Los primeros meses del año pasado dejó el proyecto en suspenso; luego decidió retomarlo, está convencido de que el interés por la lectura ha crecido en el país.  

Salazar, que también es parte de la editorial El Fakir, sostiene que en el país hay un mercado para lectores de nicho.

“Acá, por ejemplo, existen muchas editoriales enfocadas en la literatura ficción, pero muy pocas especializadas en la no ficción, en el ensayo,
en las crónicas o en los perfiles”, señala Salazar.

Otro de los datos reveladores sobre el sector es el incremento de la producción de títulos digitales, que pasó de 709 en el 2015 a 2 154 en el 2020.

Una de las empresas ecuatorianas que está apostando por la publicación de libros digitales es Fondo de Animal Editores. Isabel Mármol, directora de esta editorial, cuenta que esa iniciativa está ligada a los problemas de acceso al libro durante la pandemia.

“Esta crisis nos ha vuelto más cercanos a la tecnología y por eso los libros digitales empezaron a tomar más importancia. Ahora la gente está más abierta a los ­e-Books y por eso hemos apostado por ellos”, dice.

Para Almeida, más que mostrar una tendencia de consumo, la aparición sostenida de editoriales en los últimos cinco años (202 en total) y de un mayor número de títulos digitales dan cuenta de un intento de encontrar nuevos mercados.

“Refleja una apuesta por parte del sector editorial; una respuesta a una demanda creciente por parte del público. Creo que el próximo año podremos tener cifras para ver si funcionó o no esta apuesta”. 

Entre los cinco temas con mayor número de títulos registrados durante el año pasado están: uso de libros de texto (186); derecho (133); novelística ecuatoriana (130); sociología y antropología (127) y poesía ecuatoriana (114). 

Uno de los proyectos que ha apostado por la poesía en formato digital es Alfabeto del Mundo, una colección creada por los sellos editoriales La Castalia, de Venezuela, y Línea Imaginaria, de Ecuador.

Aley­da Quevedo es parte del equipo editorial. Ella explica que la colección nació para que nuevos lectores accedan al mundo de la poesía. “Durante la pandemia comenzamos a pensar en nuevas formas de llegar a los lectores y decidimos darle otro valor al libro digital”.

En relación con la distribución demográfica de los títulos registrados en el país, Pichincha mantiene el mayor número de registros ISBN: 2 438 títulos, que representa el 56,06% del total. La segunda provincia es Guayas, con 593 y la tercera es Loja, con 528 títulos.