Cientos de personas llegaron hasta la Capilla del Hombre este 6 de julio del 2019 para celebrar el centenario del maestro Oswaldo Guayasamín, uno de los pintores latinoamericanos más importantes del siglo XX. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Desde el mediodía de este sábado, 6 de julio del 2019, la Capilla del Hombre se comenzó a poblar de cientos de personas que llegaron hasta este espacio, ubicado en el barrio Bellavista, para celebrar el centenario del maestro Oswaldo Guayasamín, uno de los pintores latinoamericanos más importantes del siglo XX.
En los exteriores de este espacio una banda de pueblo y el elenco del Ballet Jacchigua presentaron varias de las piezas de su repertorio a un público que incluyó a varios de los integrantes de la familia Guayasamín. Adentro los visitantes, que por esta ocasión ingresaron gratuitamente, vieron con gozo las monumentales obras que cuelgan de las paredes.
En la planta baja de la Capilla, a unos metros de donde flamea una pequeña llama, estaba Javier Bustos. Durante varios minutos este joven escultor compartió con su madre las impresiones que tenía sobre el cuadro de gran formato frente al que estaban parados. “Una de las cosas que más me impresionan-contó- son las grandes dimensiones de sus obras”.
En los exteriores de este espacio una banda de pueblo y el elenco del Ballet Jacchigua presentaron varias de las piezas de su repertorio a un público que incluyó a varios de los integrantes de la familia Guayasamín. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
A criterio de Pablo Guayasamín, uno de los hijos del pintor, la gran afluencia de personas que llegó a este espacio se debe a que la gente reconoce a sus defensores. “En su pintura se dedicó a expresar con formas y colores toda la lucha en beneficio de los pueblos, por eso la gente lo recuerda con afecto. Él dejó un mensaje de paz y de solidaridad”.
Juan Carlos Miranda, poeta y artista escénico, fue una de las personas que acudió a esta celebración, organizada por la Fundación Guayasamín. Para él, la obra de este pintor es fundamental para los ecuatorianos porque desnuda la esencia del ser humano. “La obra de Guayasamín, más allá de las críticas, se debe conocer y aprender a valorar”, explicó.
Una de las personas más entusiasmadas durante la programación de este evento conmemorativo fue Berenice Guayasamín, otra de las hijas del pintor. Para ella, es importante que en la celebración de este centenario se rescate su pintura y su mensaje, pero, sobre todo, su pensamiento sobre el mundo del siglo XX y las injusticias que hasta hoy se siguen reproduciendo.
En la noche, a partir de las 19:00, se realizará una sesión solemne en el estudio de la Casa Museo Guayasamín, donde se hará el lanzamiento de las estampillas conmemorativas ‘Centenario del Natalicio de Oswaldo Guayasamin’, por parte de la empresa pública Correos del Ecuador. Antes de iniciar esta ceremonia, en la sala Maruja Monteverde, un espacio de exposiciones temporales, se inaugurará oficialmente la exposición ‘De la Ira a la Ternura’.