Salomé Bonilla improvisó un estudio de grabación en su casa para cumplir la pasantía. Foto: Cortesía Salomé Bonilla
El número de pasantes contratados en Ecuador se redujo en los siete primeros meses del año. La crisis económica, derivada de la pandemia, incidió para que menos empresas incluyeran en su nómina a estudiantes universitarios.
Desde enero hasta julio, se vincularon 2 048 pasantes; es decir, la mitad de los registrados en iguales meses del año pasado, cuando 4 165 fueron contratados, según información del Ministerio de Trabajo.
Esa disminución tiene un efecto directo en la formación de los jóvenes. Algunos no culminarán a tiempo su ciclo de prácticas para graduarse. Otros, en cambio, afirman que se limitará el desarrollo de sus capacidades profesionales.
El Ministerio del Trabajo establece que las compañías con más de 100 trabajadores “estables y permanentes” deberán vincular de manera progresiva a una cantidad de pasantes no menor al 4% del total de su nómina de trabajadores.
Carlos Armijos es estudiante de séptimo semestre de Economía Agropecuaria. Su pasantía debía iniciar en abril, pero fue suspendida porque la empresa que debía vincularlo decidió no recibir estudiantes este año. La firma dijo que quiere evitar responsabilidades si uno de los pasantes se contagia de covid-19. La empresa comercializa fertilizantes y hace inspecciones en plantaciones de banano. La función de Armijos sería de asistente del inspector.
“Nos informaron dos semanas antes que no íbamos a ser contratados. Esto me afecta porque las pasantías siempre son el lugar para aplicar lo aprendido en las aulas”.
Según Sebastián Lima, director de Calidad y Servicio de Adecco Ecuador, la decisión de las firmas de no contratar o demorar el recibimiento de pasantes es producto de la situación económica del país. “Las actividades que antes estaban a cargo de pasantes ahora las asumen los equipos internos para permitir rentabilidad, ahorro y para evitar despidos”.
Entre los sectores que redujeron la contratación de pasantes están manufactura y comercio. Esas áreas también son las que más pérdidas han registrado por la pandemia.
Para Juan Fernando Gutiérrez, presidente de la Corporación Formados, la coyuntura obligó a que las empresas, al menos de esos sectores, concentren su giro de negocio en levantar las ventas y no en los programas de formación.
Gutiérrez asegura que esto perjudica a los jóvenes porque impide el desarrollo de competencias, ya que se quedan sin la parte experimental dentro de su formación.
Salomé Bonilla improvisó un estudio de grabación en la sala de su casa en Quito, para poder cumplir con sus pasantías en un medio televisivo.
La estudiante de 20 años cuenta que este método lo empleó junto con sus compañeros, para cumplir con las horas que solicita la universidad. “Me preocupo porque luego de terminar mi período como pasante no sabré cómo hacer varias cosas que se aprenden solo con la práctica”, dijo.
A Kathryn Vélez, otra estudiante, la pandemia le retrasó el ingreso a su pasantía, lo cual demorará la finalización de su carrera de Derecho. Inicialmente Vélez preveía culminar sus estudios en septiembre, pero ahora será enero. “No puedo sustentar la tesis sin las prácticas, tenemos que cumplir 300 horas”.
Las universidades han implementado mecanismos para evitar que la formación de los estudiantes se afecte y el período de estudios se alargue.
Por ejemplo, en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), se dieron opciones de prácticas internas dentro de la institución en diferentes dependencias, como Laboratorio.
Denisse Rodríguez, directora de la Unidad de Vinculación con la Sociedad, explicó que los estudiantes ejecutan trabajos académicos con una parte práctica que se convalida como horas de pasantía.
La carrera de Ingeniería en Petróleos fue una de las más afectadas durante la emergencia. Los estudiantes que normalmente deben ir al campo, no pudieron hacerlo porque las empresas trabajaron con la mínima cantidad de personas.
Mónica Franco, vicerrectora de Vinculación de la Universidad Católica de Guayaquil, dijo que para no afectar las prácticas y continuar vinculando a estudiantes en las empresas se ejecutan las “telepasantías”. Así, los espacios de teletrabajo en empresas se mantienen en campos ocupacionales como administración, construcción, consultoría, diseño, comunicación, entre otras.