El edificio del Gobierno Autónomo Descentralizado de Aguarico tiene años de abandono. La pintura de sus paredes está desgastada, es el reflejo de la salida en el 2001 del alcalde de Nuevo Rocafuerte, la cabecera cantonal, ubicada casi en la frontera con Perú.
Desde ese año, el Cabildo opera desde Tiputini, otra comunidad ubicada a la orilla del río Napo. El cambio oficial de la cabecera cantonal aún no se concreta, a pesar de los intentos del alcalde Franklin Cox, quien lleva 14 años en el cargo.
En ese tiempo, la población ha aprendido a vivir en medio del conflicto político y la falta de servicios básicos las 24 horas del día. Pero ahora este cantón se enfrenta una vez más a la esperanza de mayor desarrollo con la explotación petrolera.
Aguarico abarca gran parte de los bloques 31 y 43 (Ishpingo, Tiputini y Tambococha, ITT). Después de que se declarara fallida la Iniciativa Yasuní-ITT, el primero de estos bloques ya se está explotando, mientras que en el segundo se prevé iniciar las perforaciones en el 2015.
Las promesas, sin embargo, no son algo de ahora, por lo que entre los habitantes hay escepticismo. Hasta el 2008 estuvo en la zona Petrobras, sin que haya mayores mejoras en las comunidades, según sus habitantes. “Estamos sentados encima del petróleo, pero la plata se va a otros lugares en vez de invertirse aquí. Eso es lo que pedimos”, señala Álvaro León, comerciante de Tiputini.
Las expectativas de los habitantes de Aguarico después de que fallara la Iniciativa Yasuní -ITT se recogieron en la consulta previa, libre e informada que realizó la Secretaría de Hidrocarburos, como lo exige la Constitución, en cinco parroquias del cantón entre octubre y diciembre del año pasado.
El informe presentado a la Asamblea es amplio en detalles sobre la metodología aplicada. No ocurre lo mismo con las inquietudes de las comunidades, que solo se enumeran en una conclusión: les preocupan los impactos sobre la fauna, el control de la vida silvestre, el respeto de recursos naturales, la participación de los miembros de la comunidad, etc.
“La consulta previa fue un fiasco, pues las comunidades no sabían de qué se trataba”, asegura el padre José Miguel Goldáraz, misionero capuchino de Nuevo Rocafuerte. Él cuenta que junto a las carpas de la consulta se instaló personal de Petroamazonas para inscribir a las personas que quieran trabajar con la petrolera.
Los habitantes de la comunidad entregaron un manifiesto a la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea, que recibió el informe de la consulta. Los asambleístas de esa mesa visitaron la zona en junio pasado.
“En ningún momento nos hicieron consulta alguna. ¿Cuándo preguntaron si estábamos de acuerdo o no con la explotación del ITT?”, señala Efrén Cox en el manifiesto. Él asegura que fue una “inducción con un proyector exponiendo los beneficios que nos traería la explotación petrolera”.
Por otra parte, el Alcalde de Aguarico también espera ver las obras que se realicen con el 12% del excedente petrolero, que maneja el Gobierno central desde Ecuador Estratégico. Él asegura que la electricidad, por ejemplo es provista por la Municipalidad.
“Ecuador Estratégico es el que maneja el dinero del petróleo. Pero nosotros planteamos que sean los gobiernos autónomos descentralizados, porque la gente viene a nosotros cuando tiene problemas. Estamos buscando apoyo”, dice.
Como puntos estratégicos señala la construcción de un hospital para el cantón, pues el Centro de Salud no cubre enfermedades graves.
También la remodelación del aeropuerto de Nuevo Rocafuerte, que operó por última vez en la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara (1972-1976).
La terminal aérea es de la Misión Capuchina. La última propuesta, asegura Goldáraz, es que se entregue el terreno en comodato. Antes se habló de expropiación.