Al parecer, los organismos encargados de convocar al concurso para integrar el Consejo de Participación Ciudadana (CPC) no tomaron en cuenta los problemas que se produjeron cuando el año anterior se eligió al CPC provisional.
En esa oportunidad, la falta de transparencia del proceso, que no fue realizado a la luz pública, fue solamente uno de los numerosos cuestionamientos, pues hubo decenas de protestas, denuncias e, incluso, revelaciones acerca de la calidad de los cuestionarios, en los cuales hubo preguntas que ni siquiera habrían cabido en un examen básico de escuela primaria.
Aparte de esos importantes detalles, el trabajo del CPC transitorio, realizado hasta septiembre pasado, fue únicamente la redacción de ocho reglamentos para concursos para la designación de autoridades y la elaboración de la Ley que regirá al Consejo.
Los 347 aspirantes iniciales pasaron por cuatro filtros y quedaron 24 candidatos, entre los cuales se designará a los 14 consejeros. El Reglamento del concurso determina que se posesionará a los funcionarios “tomando en cuenta a los tres candidatos con mejores puntajes, tanto de la lista de hombres como de mujeres”. Al terminar el actual período de apelaciones, el Consejo Nacional Electoral designará a los nuevos funcionarios.
Los ecuatorianos esperan que ahora el proceso haya sido muchísimo más riguroso, pues el país anhela que el CPC sea un organismo democrático que represente a la más amplia gama de ciudadanos en los más distintos aspectos, por ejemplo el ideológico, el étnico, el de género, condición social, regional y geográfica. Y que sea un contrapeso real y no un apéndice del Ejecutivo, como lamentablemente está ocurriendo con otros organismos de control.