En Ecuador hay tres casos confirmados de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, según el Ministerio de Salud Pública (MSP). La Cartera señala que no hay contagio comunitario sino que existen dos ‘clústers‘, uno en Pichincha y otro en Guayas.
La palabra ‘clúster’ se usa en vigilancia epidemiológica para referirse a los grupos de pobladores que son observados porque probablemente puedan tener la mutación, indicó el MSP.
Tras confirmar el tercer caso de Ómicron, el Ministerio señaló que por las características de transmisibilidad de la variante existe una alta posibilidad de que su contagio se transforme en comunitario, en las próximas semanas.
Este lunes 20 de diciembre del 2021, EL COMERCIO consultó con dos especialistas en epidemiología, quienes explicaron cuáles son las características del contagio comunitario, cómo se identificaría en Ecuador y cómo actuar frente a ello.
Andrea Gómez, epidemióloga:
“Que una variante se vuelva comunitaria significa que no tiene ningún nexo epidemiológico con un caso importado. Se identifica cuando hay un caso del que desconocemos cuál fue el primario del cual se contagió.
En el país, con la información que hay no se puede afirmar ni tampoco negar que exista un contagio comunitario. Para eso necesitamos más información y que se investiguen los casos, pero la probabilidad existe, ya que en muchos países ya es comunitaria.
Hay que tomar en cuenta que el porcentaje de vacunación no es muy alto. Tampoco esto previene al 100% el contagio y, además, esta variante es muy transmisible, por lo que es importante mantener las medidas de bioseguridad.
Para saber si estamos en contagio comunitario hay que analizar los casos que ya han sido identificados, generar los cercos epidemiológicos y aumentar la capacidad diagnóstica para detectar lo más temprano posible los casos que existan.
La capacidad de transmisión de Ómicron es mayor que la variante Delta y esta ya es prevalente en nuestro país. Por ello, es probable que sigamos con esa tendencia, que se ve a nivel mundial. En primer lugar, por el no avance de la vacunación y, segundo, por la capacidad de transmisión que tiene el virus”.
Daniel Simancas, epidemiólogo
“La transmisión comunitaria de Ómicron es probablemente un hecho, dado que no podemos detectar todos los casos que van apareciendo. Tenemos muy poca capacidad para detectar casos índice o cero.
Recordemos el inicio de la pandemia, cuando se creía que la señora que llegó fue el caso inicial y ya había más de 125 de la variante originaria de Wuhan que habían ingresado al país. No habíamos tenido la capacidad de detectar.
Ahora pasa lo mismo, de los casos documentados tenemos dos ‘clústers’. Puede pasar que se sigan analizando muestras y que una persona que está en Cotopaxi, por ejemplo, tiene síntomas de covid-19. Se va a hacer la PCR y por sospecha o cosas del azar le mandan a hacer una prueba de las características del linaje del virus y detectan Ómicron.
Supongamos que resulta que esta persona nunca ha estado en contacto con estos dos ‘clústers’ o grandes grupos de personas que están en vigilancia epidemiológica. Entonces resulta ser que esta persona se contagió de una manera local. En ese caso, la transmisión ya es comunitaria, el virus está circulando y no sabemos dónde está.
En ese sentido, han fallado los cercos epidemiológicos y la contención. Lo que queda es tratar de evitar que estas personas salgan de casa y hacer recomendaciones más generales a la población frente a la presencia comunitaria de Ómicron.
En los próximos días o semanas, si se hace más caracterización genética de este virus aparecerán más casos que no tengan que ver con los iniciales. Ahí, oficialmente, se podría declarar transmisión comunitaria.
Pienso que hay muy poca capacidad de testeo, de análisis genómico. Es muy probable que las próximas semanas Ómicron empiece a desplazar a Delta, se produzca un cambio en la incidencia y tengamos transmisión comunitaria en la mayoría de países por Ómicron. Ecuador no sería la excepción”.