Imagen de archivo que muestra al volcán Sangay en medio de un proceso eruptivo. Foto: Archivo EL COMERCIO
La caída de ceniza por la erupción del volcán Sangay, en Morona Santiago, pone en alerta a los habitantes de las parroquias y comunidades del cantón Morona. En los últimos tres días, los pobladores de Quinta Avenida, playas de San Luis, Santa María de Tunans y San Isidro sienten los efectos del polvo de la ceniza.
Según Franklin Galarza, alcalde de Morona, por ese motivo el COE Cantonal recomendó el lunes 16 de diciembre del 2019 a las familias de la zona que evacúen a sitios seguros. Igual se hará con decenas de personas que de manera regular e irregular están asentadas en las playas del río Upano.
Se han activado las mesas técnicas de agua potable, ayuda prehospitalaria, servicios básicos indispensables, obras públicas y alojamiento y asistencia humana. La idea, dijo el Burgomaestre, es estar preparado para cualquier emergencia que se presente. También, se están entregando mascarillas en las comunidades y en los planteles educativos.
Según Juan León, gobernador de Morona Santiago, por ahora la situación está controlada. “Sigue la alerta amarilla, el monitoreo al volcán continúa y existe vigilancia permanente del cauce de los ríos Volcán y Upano”. El lunes 16 de diciembre se registró la caída de ceniza en la parroquia San Isidro, que tiene más de 1 000 habitantes.
León también recomendó a la población mantenerse informada por fuentes oficiales sobre el proceso eruptivo del volcán Sangay. Se conoció también que, en los últimos días, cayó polvo de ceniza en el centro de Macas y los habitantes sintieron los efectos.