Fausto Merino Manchen
En la Costa, en lenguaje montubio, es común escuchar cuando se habla de alguien que ha reaccionado con violencia o agresividad desmedida, ante una ofensa de palabra u obra perpetrada en su contra, “ha comido carne de tigre”.
Dos periodistas que se sintieron y aún se sienten ofendidos por términos proferidos por el presidente Correa suelen escribir artículos de opinión cargados de términos impropios de un periodista que se considere culto y equilibrado.
Carlos Vera, en este mismo Diario, por ejemplo, en su último artículo titulado ‘El delator legisla’, se refiere a su antiguo colega y actual asambleísta Rolando Panchana, como ‘delator’, ‘marioneta’, ‘lambón’ y ‘tinterillo de escondidos escribanos’, aparte de otros contenidos injuriosos, propósito de la pretendida Ley de Comunicación del Gobierno, presentada por él ante la Asamblea.
No pretendo defender al asambleísta Panchana, a quien apenas recuerdo por unos reportajes televisivos, pero es un artículo que destila amargura y veneno.
Emilio Palacio, en El Universo, se cansa de llamar al pueblo a organizarse para liquidar al Gobierno, no escatimando epítetos. El lamentable episodio sucedido en la Presidencia de la República cuando fue conminado a retirarse no ha sido perdonado y más bien parece que aviva día a día su resentimiento.
Correa es otro personaje que ha comido carne de tigre. Realmente su discurso a veces se desboca en andanadas de insultos contra la prensa, los pelucones, las cámaras. Pocos se salvan de su agresividad que abre muchos frentes de oposición, royendo una labor que aún creemos que realmente puede significar una verdadera redención del pueblo pobre.
En cambio, da gusto leer -entre otros- a periodistas de fuste, tales como Jorge Vivanco y el Pájaro Febres Cordero, quienes en su propio estilo critican, dicen las verdades sin tapujos, pero no se rebajan al lenguaje grosero e insultador. A todos hay que rogarles que mediten antes de hablar o de escribir.
Comer mucha carne de tigre puede dañarles la salud y hacerles perder la preferencia de quienes somos sus lectores.