‘La receta se respeta’ es el nombre de la campaña para evitar la automedicación, el reciclaje de las recetas médicas o el cambio de las fórmulas en Ecuador. Esta iniciativa nació de la mano de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (Alafar) y la Cámara de Comercio de Quito.
Santiago Salguero, director ejecutivo de Alafar, señaló que la población debe respetar la prescripción médica, ya que el galeno analiza la dolencia y receta el número de pastillas y el tiempo de consumo.
Sin embargo, muchas personas no terminan los medicamentos, guardan los documentos o las pastillas y las recomiendan a sus familiares. A eso se denomina automedicación y su mal.
“Automedicarnos conlleva a un riesgo enorme para la salud, ya que la persona puede agravarse o generar resistencia a los antibióticos”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre los altos índices de farmacorresistencia. Esto significa que los virus y las bacterias se vuelven más fuertes o resistentes a los medicamentos.
Por ejemplo, la tasa de resistencia al ciprofloxacino, un antibiótico utilizado habitualmente para tratar infecciones urinarias. Pasó de 8,4% al 92,9% para la bacteria Escherichia coli (infecciones). Además, del 4,1% al 79,4% para Klebsiella pneumoniae (neumonía).
“Pueden convertirse en súper virus o bacterias; desatando la próxima pandemia en el mundo”, anotó Salguero.
El consumo de medicamentos no recetados puede provocar alergias. “Es una reacción normal, por eso es importante que un facultativo evalúe al paciente y le recomiende la medicación”.
En este marco, Arcsa realiza acciones para concienciar a las personas sobre la importancia de respetar las recetas, en las diferentes provincias. En Quito se han dado recorridos en los negocios y barrios para informar sobre los riesgos de la automedicación y del mal uso de las prescripciones de los galenos. Esto se realizó el martes 19 de octubre del 2021.
¿Qué se recomienda?
- Respetar la receta médica, es decir, no alterar el número de tabletas o tiempo de consumo.
- No adquirir los mismos fármacos de prescripciones pasadas.
- No aconsejar el uso del mismo medicamento a otros.
- No pedir medicinas a los trabajadores de farmacias; acudir al médico de confianza.