Redacción Guayaquil
El dinero lo compra todo. Sí, todo. Compra comportamientos, valores, sentimientos, justicia y hasta memorias colectivas. Eso ocurrió con el pueblo de Gula y sus habitantes, tras el regreso de una de sus desterradas hijas, Clara Zajani.
A diferencia de cuando se fue, vuelve llena de riqueza, por el ejercicio de la prostitución entre la clase alta. Gula y su gente no han tenido esa ‘suerte’, conviven con la decadencia y la pobreza.
Hasta allá llega la adinerada mujer. Lo hace para zanjar una deuda de juventud: Elías se negó a reconocer a su hijo. Tachada de prostituta, abandonó el pueblo.
Mil millones ofrece para la prosperidad de Gula. Lo hace con una condición, la muerte de Elías, antiguo amor y actual alcalde. Tras situaciones y diálogos revestidos de moral y pragmatismo, y luego de un juicio público, Elías muere. Venganza cumplida. Hay que dejar el pueblo.
Esta es la historia que Teatro Buendía, de Cuba, presentó en el Teatro Centro de Arte, el martes. Es una bien lograda adaptación de ‘El regreso de la vieja dama’, del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt (1921-1990).
Bajo la dirección de Flora Lauren, cada actor y actriz mostraron una gran calidad de representación. Los diálogos de Clara, Elías, Matilde, el maestro, el jefe de la estación, el carnicero y el viejo músico fueron claros, directos y llevaban a la reflexión.
También destacan el vestuario y la música escogidas y el buen cuidado y manejo de las luces.
Las 220 butacas se ocuparon. El público, con aplausos, reconoció el trabajo. Unas 50 personas se quedaron fuera. El martes 29, a las 20:00, es el turno de Pipo Del Bono, en el C. C. Eloy Alfaro.