¿Sabía que cuando paga la matricula vehicular le cobran USD 2 para las brigadas barriales? En 2008 se recaudaron USD 195 000.
Con ese dinero se han adecuado las 258 Unidades de Policía Comunitaria (UPC) que existen en la ciudad desde 2002. Al menos así lo explica José Rivadeneira, comandante Provincial de Pichincha y también presidente de las Brigadas Barriales.
Este rubro se cobra desde 1999, cuando la Policía inició el plan de seguridad ciudadana. Antes de 2002, los recursos se usaban para financiar los puestos de Auxilio Inmediato.
Según la Ley de Tránsito vigente en ese año, con el dinero se pueden comprar terrenos, muebles, vehículos, equipos de comunicación, protección, armas, combustible y mantenimiento de los carros del Programa de Seguridad Ciudadana policial.
En 2003, la situación cambió. Ese año Corposeguridad (actualmente en liquidación) asumió gastos de mantenimiento y combustible, además los servicios básicos de las UPC, aunque la tasa en la matriculación se seguía cobrando. Corposeguridad fue creada por el Municipio, que se financiaba con recursos de la tasa de seguridad que hasta ahora se recauda en el Impuesto Predial.
Con el apoyo de esa entidad, el dinero recaudado mediante las matrículas se utilizó para las adecuaciones internas de las UPC. Así lo dice Luis Castro, de la UPC Quito Sur, en la Cardenal de la Torre y Ajaví. “Ahora tenemos computadoras y hasta Internet. Por el momento tenemos lo que necesitamos”.
Esta fue la lógica de trabajo hasta este año. Desde agosto Corposeguridad entró en liquidación y Luis Jácome, representante de las brigadas de la zona Centro, no sabe si el Municipio asumirá esa responsabilidad o se deberán utilizar nuevamente los ingresos de la matriculación.
Pero para que el dinero de la matriculación sea utilizado por las brigadas barriales debe pasar por un sistema burocrático. Primero, el conductor debe cancelar el valor total de la matrícula en alguna entidad bancaria, luego ese dinero es recolectado por el Servicio de Rentas Internas (SRI), que lo deposita en una cuenta del Ministerio de Finanzas. Esta cartera es la encargada de administrarlo, es decir, las brigadas no reciben directamente el dinero.
Las brigadas barriales hacen la solicitud de los implementos necesarios, por medio del portal de Compras Públicas, donde se llama a una licitación. Una vez hecho este proceso, el Ministerio de Finanzas compra lo solicitado.
Esta tasa se recauda a escala nacional. En todas las provincias del país se cobra el mismo valor. Y aunque es un dinero público no se puede acceder a los documentos que certifiquen en los detalles de los ingresos y el listado de las inversiones en Quito.
Este Diario trató de acceder a los documentos del SRI, pero la entidad aseguró que existen convenios que impiden entregar esos informes. Se dijo que por medio de un oficio se podía entregar dicha documentación.
Lo mismo pasó en la Dirección Nacional de Tránsito. En el departamento Financiero aseguraron tener la documentación, pero tampoco podían entregarla. Según la actual Ley de Tránsito, la entidad encargada de recaudar es la Comisión Nacional de Tránsito; pero este ente no se pronunció sobre el uso de estos recursos.
Los tres representantes de las brigadas de las zonas Centro, Norte y Sur aseguraron que con el dinero recogido en 2008 se compraron 900 colchones e igual cantidad de camas. Además, explican que con la última entrega de patrulleros, por parte del Gobierno (15 de octubre), cada UPC estaría lista para funcionar.
Pero en un recorrido realizado en las UPC del sur de la urbe, se constató que no funcionan al 100%. En el parqueadero de la UPC de la Biloxi, el 22 de este mes, permanecía la patrulla, pues el vehículo no tenía gasolina. Uno de los policías dijo que la partida presupuestaria para el combustible no está asignada.
En lo que va del año, las brigadas barriales han recibido USD 191 000 y esperan recolectar USD 24 000 más. Con este dinero, aseguran, se dotará de canceles a las UPC. Además se está pensando en darles cámaras de video y teléfonos de ayuda.
En Quito no habrá más UPC
Las unidades de Policía Comunitaria nacieron en 2002, dentro del Plan de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. Actualmente, existen 258 UPC en toda la ciudad y ya no se crearán más.
José Rivadeneira, comandante provincial de la Policía, explica que esa decisión se debe a que las que funcionan actualmente fueron construidas sin un estudio técnico. Además, la Policía no cuenta con personal para destinar a estas unidades.
En cada unidad trabajan de cuatro a seis policías. Ellos laboran seis días a la semana, 24 horas al día en turnos rotativos. 1 500 uniformados están destinados para las UPC.
Las unidades funcionan en edificaciones creadas específicamente para su trabajo o en casas barriales o comunales. De 2002 a 2009 se construyeron 47 unidades y se adecuaron 21, el resto funciona en los antiguos puestos de Auxilio Inmediato.
En cada UPC hay dos habitaciones, un baño, una cocina y la oficina donde trabajan. Una computadora, impresora y hasta televisiones.
Sin embargo, son los mismos policías los que aseguran no tener lo suficiente para trabajar. No por la infraestructura, sino por la falta de personal. Un policía de La Ferroviaria (prefirió no indentificarse) explicó que cuando una sola persona sale a patrullar se queda en la unidad. En esto coincide Marisol Gordón, moradora de San Bartolo. Ella dice que la UPC de su barrio realiza patrullajes en la zona pero que no son suficientes.