Como auguraban las quinielas, la edición número 60 de la Berlinale premió el domingo pasado a cinematografías poco conocidas. El Oso de Oro fue para la poética cinta turca ‘Bal’ (Miel), de Semih Kaplanoglu, y el Oso de Plata-Gran Premio del Jurado para el drama carcelario rumano ‘If I Want To Wistle, I Wistle’, del debutante Florin Serban.
Más sorprendente, en cambio, fue la decisión de distinguir al veterano cineasta Roman Polanski con el Oso de Plata a la mejor dirección por ‘The Ghost Writer’ (El escritor fantasma), un thriller protagonizado por Ewan McGregor y Pierce Brosnan que se convirtió en uno de los más esperados ante el morbo generado por la forzosa ausencia del cineasta.
“Aunque hubiera podido, no habría ido, pues la última vez que acudí a un festival a recibir un premio acabé en la cárcel”. Este fue el escueto comunicado del realizador franco-polaco, que leyó el productor de la cinta en una gala donde tampoco estuvieron Brosnan ni McGregor. A la espera de su extradición a EE.UU., Polanski sigue bajo arresto domiciliario en cerca de los Alpes por un delito de abusos sexuales a una menor cometido hace más de tres décadas.
Con ‘Bal’, enmarcada en los bellos paisajes de la costa del Mar Negro, Turquía fue coronada con el máximo galardón del Festival Internacional de Berlín por primera vez en 46 años. La poética cinta y su enternecedor protagonista, un niño semiautista, cierran la trilogía de Kaplanoglu sobre la vida de Yusuf, tras ‘Egg’ y ‘Milk’.
Mientras, otra industria pequeña que está dando que hablar en los últimos años es la rumana. Además del segundo galardón del certamen, el potente retrato de un joven recluso en ‘If I Want To Whistle, I Whistle’ se llevó también el premio Alfred Bauer, que el año pasado había sido para la uruguaya ‘Gigante’, del argentino Adrián Biniez. Sin embargo, el cine latinoamericano se fue con las manos vacías: su única representante en la sección oficial, la argentina ‘Rompecabezas’, de la debutante Natalia Smirnoff, no consiguió repetir la hazaña lograda en la edición anterior por ‘La teta asustada’, de Claudia Llosa.
El jurado presidido por el cineasta alemán Werner Herzog, entre cuyos miembros figuran también la actriz Renée Zellweger y el productor español José María Morales, decidió premiar, por igual, a los actores del drama existencialista ruso ‘How I Ended This Summer’, el debutante Grigori Dobrygin y el veterano Serguei Puskepalis. Y su director de arte, Pavel Kostomarov, fue reconocido al mejor mérito artístico.
En el rubro femenino, el Oso de Plata fue para la actriz japonesa Shinobu Terajima en ‘Caterpillar’, una durísima historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial y dirigida por Koji Wakamatsu. Además, la cinematografía asiática se llevó también el premio al mejor guión por ‘Tuan Yuan’ (Separados juntos), un emotivo drama familiar del maestro chino Wang Quan’an.