Balneario General Villamil Playas cerró para evitar exceso de turistas

En el feriado del 9 de Octubre más de 10 000 personas llegaron a General Villamil Playas, muy por encima del aforo permitido por las autoridades. Foto: Cortesía Municipalidad de Playas

En el feriado del 9 de Octubre más de 10 000 personas llegaron a General Villamil Playas, muy por encima del aforo permitido por las autoridades. Foto: Cortesía Municipalidad de Playas

En el feriado del 9 de Octubre más de 10 000 personas llegaron a General Villamil Playas, muy por encima del aforo permitido por las autoridades. Foto: Cortesía Municipalidad de Playas

El sector hotelero del cantón General Villamil Playas, en la provincia del Guayas, registraba reservaciones de 30% de su capacidad para el feriado de Día de Difuntos e Independencia de Cuenca.

Pero el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal decidió el pasado miércoles (28 de octubre del 2020) mantener cerradas las playas durante el asueto, ante un ligero incremento de personas con covid-19 y las camas, para esos casos, copadas en su Hospital Básico.

El Municipio aclaró que solo permitirá ingresar al mar, máximo dos horas, a los clientes de hoteles que porten un brazalete distintivo.

Playas tiene 68 hoteles, con 2 500 plazas disponibles. El sector arrastra pérdidas desde marzo debido al cierre del balneario por más de cinco meses. Y ahora tuvo que afrontar cancelaciones de reservas y devoluciones de anticipos, explicó Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo Cantonal.

“Se suponía que con los ingresos de este feriado íbamos a cubrir deudas de servicios básicos y nómina a los empleados, no entendemos la decisión del COE cantonal, porque tenemos extensas playas y la situación de los hoteleros es crítica”, dijo. General Villamil cuenta con 40 kilómetros de perfil costero, pero son 14 kilómetros de mar bravo los que reportan más interés para turistas.

En el hotel Arena Caliente, que cuenta con 38 habitaciones, se cancelaron 15 reservas, por ejemplo. Todavía 20 de los 68 hoteles ni siquiera han podido reabrir sus puertas por falta de capital de trabajo. “No tienen como cubrir gastos como el pago de personal”, sostuvo López.

Philipo Franco, director del departamento de Turismo del Municipio, explicó que las playas han estado repletas los fines de semana desde el feriado del 9 de Octubre, con bañistas que llegan, sobre todo, de Guayaquil (a una hora y media de viaje en auto).

El Hospital Básico de Playas tenía hasta esta semana solo un cupo disponible, de 19 camas que cuenta para hospitalización de casos covid-19.

“Si dejábamos las puertas abiertas, como hasta ahora, el peligro era sufrir un colapso. Los indicadores de la mesa de salud muestran un incremento de casos y es alarmante”, dijo Franco. Para el Municipio era preferible el cierre temporal de la playa “a pasar a semáforo rojo”.

Los casos confirmados aumentaron más de 22% desde la apertura de la playa, el 29 de agosto, según pruebas PCR del Ministerio de Salud.

El estudio de la capacidad de carga del balneario estableció en un inicio que se podía admitir hasta 2 800 personas, en el tramo principal de 1 600 metros. En el feriado del 9 de Octubre, el cantón recibió solo en un día la visita de más de 10 000 vehículos, con parqueos en el malecón y en accesos al mar, según el Cabildo.

El Municipio tuvo que incrementar la parcelación de carpas y parasoles para mayor capacidad en la playa, a casi 5 000 personas en 1 600 metros. Igual se repletó y estuvo por encima del aforo. “Se nos estaba saliendo el tema de las manos”, dijo Franco.

1 800 servidores turísticos están acreditados para trabajar en la playa y durante la reactivación han tenido que hacer turnos, ya que existe un cupo máximo de 800 diarios.

La Playa Varadero de la parroquia Posorja, vecina del cantón Playas, dispuso finalmente, el jueves, el cierre durante los días del feriado.
En tanto, en la provincia de Santa Elena se redujo el horario de acceso a los balnearios hasta las 15:00.

Un estudio de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) concluye que los centros de turismo comunitario de Guayas y Santa Elena registran 30% de pérdidas de empleo a causa de la pandemia. La compra de insumos de bioseguridad implica gastos adicionales, al igual que utensilios desechables o bombas para fumigación. Los comuneros tuvieron que sustituir sus actividades turísticas por la agricultura (8%), la pesca (18%) o la cría de animales.

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