, La parroquia de Arajuno se mantiene en semáforo verde y sus pobladores realizan sus actividades con normalidad, Para: Ecuador, Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Caminatas por la selva, actividades de turismo comunitario, la oportunidad de conocer, valora la cultura y tradiciones de las comunidades indígenas están dentro del abanico de atractivos que oferta la provincia de Pastaza.
Estas rutas para el descanso y la aventura son promocionadas por el Municipio. En la oferta se incluyen un maito de carachama o tilapia asada o al vapor, un caldo de gallina criolla y clases para aprender a elaborar las artesanías.
Estas actividades son ofertadas por los habitantes de las comunidades kichwas y colonas.
Estos atractivos turísticos localizados en los cuatro cantones de Pastaza están habilitados. Para visitarlos los turistas deben cumplir con los protocolos de bioseguridad como el uso de mascarilla, llevar gel desinfectante y mantener el distanciamiento para evitar posibles contagios de covid-19.
La ruta del chocolate en Pastaza
El punto de partida es la finca Agroindustrial y Turística de Saquifrancia que funcionan desde el 2008. En sus seis hectáreas hay plantaciones de limón, tomate de árbol, arazá, cacao y plantas medicinales.
El recorrido por este espacio toma más de dos horas. El turista conoce el proceso de siembra del cacao, la cosecha, luego el procesamiento y fabricación de chocolates que son comercializados en el país y a escala internacional desde el 2016.
Gladys Nan es la anfitriona del lugar. La mujer ofrece a los visitantes una taza de chocolate con leche. “La idea es que saboree el chocolate que es diferente al que se produce en la Costa, pues nuestro cultivo está en medio de las plantaciones del bosque, de plantas de limón y frutas como el arazá, eso le da un aroma diferente”.
En el recorrido acompaña Galo Santana, propietario de la finca. Cuenta que decidieron abrirse al turismo hace cuatro años con la idea que la gente conozca cómo es el procesamiento del cacao, disfrutar de la naturaleza y saborear el chocolate que fabrican.
El olor a chocolate se riega por la finca y todo el proceso se cumple aplicando las normas de bioseguridad. Este lugar está abierto al público desde las 08:30 hasta las 17:00 de lunes a domingo. El ingreso cuesta USD 1.
Para llegar a Saquifrancia hay que transitar por el Paso Lateral con dirección a la planta de agua potable La Palestina. Un cartel gigante conduce a este espacio turístico de Puyo que cuenta con dos cabañas para el hospedaje de 10 personas. El valor es de USD 15 por turista en el que se incluye el desayuno.
La comunidad Sacha Wasi recibe a los visitantes
El sonido de los tambores da la bienvenida a los turistas que arriban a la comunidad Sacha Wasi. Son los habitantes de este poblado que reciben con música y danza a los visitantes.
El pequeño asentamiento está compuesto por 20 familias kichwas. Las mujeres danzan en una especie de ritual en agradecimiento a la Mama Sacha (Madre Selva). Los hombres están ataviados con sus trajes elaborados con plumas de aves y colmillos de animales. Mientras las mujeres llevan prendas confeccionadas con los hilos de chaquira (una fibra que se obtiene de la palma). Cubren sus cuerpos con tejidos elaborados con la paja toquilla.
Marlene Guatotoca es la matrona de la comunidad, que oferta caminatas por los senderos naturales que incluyen explicaciones sobre las plantas medicinales.
A este centro poblado se llega dirigiéndose hasta el kilómetro 15 de la vía a Macas y con dirección a la comunidad Pomona.
El pueblo está luego de cruzar un puente colgante sobre el río Puyo. Hay que caminar 10 minutos selva adentro donde se levanta la comunidad Sacha Wasi.
En este lugar también aplican las medidas de bioseguridad para evitar el contagio entre sus integrantes. Ellos ofrecen artesanías con semillas elaboradas por las mujeres de la comuna.
También ofrecen hospedaje para 50 personas. La noche en una de las seis cabañas cuesta USD 10 por persona y se incluye el desayuno.
Turismo de sanación y de reflexión
Árboles que están en extinción y una colección de diminutas orquídeas son parte de lo que se puede encontrar en el Centro Holístico Los Yapas, que se abre a los visitantes como un espacio para el relax y el descanso.
El recorrido se inicia por su extenso jardín botánico de 25 hectáreas. Este centro de sanación espiritual y ecológico comenzó a reforestarse hace más de 10 años. Su propietario y directora del centro, Gabriela Aguilar, pensó que podría convertirlo en un lugar dedicado a la preservación de especies de plantas en extinción y lo transformó en una especie de bosque tropical rodeado con una inmensa laguna.
En el lugar se oferta un turismo para trabajar en la restauración del bosque y de la naturaleza. Aguilar afirmó que esa ruta tiene hospedaje y sesiones de yoga y meditación. También se practica la medicina preventiva con el uso de las plantas amazónicas y la sabiduría ancestral de las mujeres y hombres kichwas de la zona.
Eso agradó a Danilo Villarroel, un turista riobambeño. Contó que relajarse luego del estrés provocado por la ciudad y la pandemia ayudan a la recuperación de las energías.
Este centro abre sus puertas de lunes a domingo en el horario de 08:00 a 17:00.