El Alcalde de Baños y los técnicos del Instituto Geofísico informaron que el volcán Tungurahua no representa peligro para las personas. Foto: Modesto Moreta/ EL COMERCIO
“Las actividades turísticas en la ciudad de Baños de Agua Santa se cumplen con normalidad, no hay ningún peligro. El volcán Tungurahua está con una baja sismicidad”, dijo el alcalde de la localidad, Luis Silva, este jueves 20 de febrero del 2020.
El Burgomaestre se refirió a una publicación que apareció en los medios de comunicación y en las redes sociales en la que se detallaba que el volcán Tungurahua podría estar en ‘riesgo de un colapso total’. Esa información fue difundida el miércoles 19 de febrero.
Silva manifestó que la ciudad de Ambato y los cantones como Baños están próximos a iniciar un feriado y ese tipo de información afecta a los destinos turísticos, a pesar que los técnicos del Instituto Geofísico, que monitorean al coloso, desmintieron esa noticia en pocas horas.
“El informe publicado en diversos medios de comunicación fue producto de un estudio elaborado por un grupo de científicos en noviembre del 2015 cuando aún el volcán se encontraba en actividad. Esa infundada información nos va afectar en las reservaciones turísticas locales e internacionales en los próximos días”, aseguró Silva.
El técnico del Instituto Geofísico, Patricio Ramón, explicó que se mal interpretó el artículo científico realizado en noviembre del 2015, fecha que aún el volcán se encontraba en plena erupción. El informe se refería a la deformación que afrontó el coloso hace 3 000 años y que provocó un colapso total. “Lo que se encontró en el 2015 no tenía relación con lo ocurrido en ese año”.
Ramón dijo que la última actividad eruptiva que se registró en el macizo fue en febrero del 2016. Desde entonces, el Tungurahua no ha tenido un cambio en su comportamiento, por eso se determinó que el proceso eruptivo terminó. Este se podría volver a repetir en 100 años.
En el mismo tema, Pedro Espín, vulcanólogo del Geofísico, afirmó que entre el 2019 y 2020 se identificó en el volcán una deformación de 2 milímetros, no así en el 2015 que fue de 3,5.
“Mantenemos el monitoreo con sismógrafos, GPS e imágenes satelitales y técnicas del coloso. Estas nos demuestran que el volcán no tiene ninguna actividad interna. Al día se registran menos de 10 sismos que es un nivel bajo y no presenta ninguna evidencia para la generación de un colapso”.