Armada admite fallo en primera alerta de tsunami
Reuters
La Armada admitió el miércoles que falló en advertir claramente sobre el devastador tsunami que barrió las costas chilenas tras uno de los sismos más poderosos de la historia, mientras socorristas trabajaban en las ciudades y pueblos asolados por la catástrofe.
Cuatro días después de que el sismo de magnitud 8,8 y varios tsunamis sacudieron en la madrugada del sábado la zona central y sur de Chile, los dardos ahora apuntan al papel que jugó la Armada al constatarse que, de los casi 800 muertos, buena parte falleció por olas gigantes.
Según un documento obtenido por el diario El Mercurio, la fuerza del sismo no disparó de inmediato la alarma temprana contra tsunamis, porque se consideró que no había riesgos al haberse creído que era en tierra el epicentro del terremoto que castigó duramente la costa del centro y sur de Chile.
Luego, al constatarse que era un maremoto, se declaró la alerta, que fue levantada cuando todavía olas gigantes se dirigían hacia la costa. "Fuimos pocos claros en la información que le entregamos, no fuimos suficientemente precisos para decirle a la Presidenta se mantiene o se cancela (la alerta de tsunamis) Hubo titubeo por parte nuestra", dijo al canal TVN el comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González.
Tras el sismo, olas de hasta 15 metros arrasaron con pueblos costeros, islas, puertos y caletas, dejando un número indeterminado de desaparecidos. En algunas zonas, el agua ingreso mas de 2 kilómetros tierra adentro, causando la muerte a cientos de personas.
En el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que deja su cargo el 11 de marzo, adelantó que ya vendrá el momento de la "caza de brujas", pues ahora se concentraría en las labores de búsqueda de sobrevivientes.
Socorristas trabajaban con perros el miércoles en las ciudades y pueblos más asolados por el sismo, algunos con la esperanza de encontrar sobrevivientes y otros con la desalentadora tarea de recuperar cuerpos enterrados bajo montañas de escombros.
El futuro ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo el miércoles a Reuters que estudia diferentes escenarios de recuperación de la economía tras el terremoto y tsunami.
El funcionario evitó referirse a las perspectivas de la economía luego de la tragedia y dijo que no podía comentar si las opciones de recuperación incluirían emisión de bonos o usar recursos del cobre.
Saqueos bajo control
La policía y soldados lograron después de dos días contener los saqueos y la violencia que sumió en el caos a la golpeada ciudad de Concepción, 115 kilómetros al sudeste del epicentro.
Un toque de queda de 18 horas seguía vigente en la localidad, una de las varias ciudades y pueblos donde unos 14 000 soldados patrullan las calles para mantener el orden y asegurar la distribución apropiada de agua y alimentos.
Con la ayuda llegando ahora a la población de una manera más organizada, los socorristas reforzaron la búsqueda en ciudades desde Concepción hasta Constitución en el norte para ubicar sobrevivientes atrapados bajo los escombros.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 799 personas, ya sea por la acción de uno de los terremotos más poderosos que se ha registrado en un siglo o por el tsunami que éste desencadenó frente a la costa chilena.
La cifra de muertos posiblemente aumentará, pues algunos reportes indican que la cifra de desaparecidos llega hasta 500 sólo en Constitución, la ciudad hasta ahora más azotada por tres tsunamis, con olas de 10 metros.
Constitución, con una población de casi 40 000 habitantes, concentra casi la mitad de la cifra oficial de fallecidos.
Las autoridades advirtieron que muchos de los desaparecidos podrían haber huido en busca de la seguridad y no han podido comunicarse con sus familiares por el daño que sufrieron las líneas telefónicas.
Oficialmente, el Gobierno indica que la cifra de desaparecidos llega a 19, basado en casos específicos que han sido reportados a la policía. Pero funcionarios reconocen que la cifra podría escalar.
Perros buscan sobrevivientes
Con los saqueos en gran parte bajo control, las autoridades enviaron grupos con perros entrenados a buscar a los muertos, para comenzar la tarea de sacar cuerpos de los escombros.
Muchos chilenos se quejan de que decenas de muertes podrían haberse evitado si el Gobierno hubiera respondido contundentemente al sismo, que gatilló un poderoso tsunami pocas horas después que dejó gran cantidad de muertos en la costa.
Bachelet ha reconocido que los esfuerzos de rescate han sido lentos, en parte debido a las rutas cortadas, puentes caídos y cortes de energía. Pero funcionarios también calcularon mal la extensión del daño, declinando inicialmente las ofertas de ayuda internacional.
Durante una breve visita, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, entregó el martes 25 teléfonos satelitales para ayudar a las tareas de asistencia y prometió la entrega de más ayuda.
Bachelet también hizo un llamado a otros países, pidiendo plantas de desalinización y generadores de energía. El desastre golpeó a Chile, el principal productor de cobre del mundo y la economía más estable de América Latina, cuando trataba de recuperarse de una recesión causada por la crisis financiera global.
Algunos analistas estiman que el daño podría costar a Chile hasta 30 000 millones de dólares, o cerca de un 15 por ciento de su Producto Interno Bruto.
Pero Bachelet enfatizó que aún es demasiado pronto para cuantificar el daño cuando el foco sigue en las tareas de asistencia. El desastre representa un enorme desafío para el empresario Sebastián Piñera, que asumirá la presidencia de Chile el 11 de marzo.
Piñera hizo campaña ofreciendo aumentar el crecimiento económico a un promedio de un 6 por ciento anual y a crear millones de nuevos empleos.