Redacción Santo Domingo
El 90 % del equipo caminero del Municipio de Santo Domingo está dañado. La alerta la dio el vicealcalde William Garzón. “Eso impide que podamos cumplir con el cronograma de obras”.
La actual administración, que se posesionó el pasado 31 de julio, recibió 299 automotores, de los cuales 108 están entregados en comodato a diferentes instituciones de la ciudad. Los 191 restantes están paradas por la falta de repuestos.
Para el arreglo, el Municipio solicitará un préstamo al Banco del Estado. Además, se elaboró un plan vial para la rehabilitación y mejoramiento de los caminos vecinales.
El pasado 18 de junio, el secretario general del Sindicato de Trabajadores, Enrique Cedeño, ya advirtió de este problema. Él denunció que el uso de la maquinaria del Cabildo se paralizó por falta de repuestos.
En los talleres municipales permanecen estacionados 20 volquetas, cuatro rodillos, tres tractores, tres palas mecánicas y las camionetas del departamento de Obras Públicas.
En ese mismo mes, el ex jefe de talleres, Arturo Falconí, mencionó que están por llegar los repuestos para la reparación de las máquinas. Pero el problema persiste hasta estos días.
Raquel Ríos vive en la cooperativa Ciudad Nueva. Ella contó que el equipo caminero trabajó en su calle hasta marzo de este año. El Municipio debía cambiar la tubería para las aguas servidas, pero la obra está paralizada. “También nos ofrecieron la pavimentación de la calle”.
En la avenida Bombolí aún hay alcantarillas excavadas y abandonadas. Los vecinos contaron que en la época seca, el polvo afecta a los transeúntes y en invierno todo se vuelve un lodazal. Similares imágenes se presentan en las cooperativas Santaq Martha, Che Guevara, Laura Flores, entre otras.
La administración, presidida por la alcaldesa Verónica Zurita, denunció que el ex alcalde Kléver Paz y Miño no pudo solucionar el problema generado por la maquinaria dañada. En esta ciudad, otro problema latente es el de la calidad y distribución del agua potable.
Zurita, militante de Alianza País, gestionó un crédito de USD 3 692 000 en el Banco del Estado, para cambiar una parte de la tubería de la red de distribución. El propósito es evitar las fugas y la contaminación del líquido que se distribuye en la urbe.