El torero ecuatoriano Guillermo Albán cortó dos orejas y abrió la puerta grande por segunda ocasión en esta feria, en el último festejo del abono de la Feria Jesús del Gran Poder 2010 en el que su compañero de cartel Víctor Puerto, con una oreja de saldo firmó una sensacional faena y Julio Benítez, ‘El Cordobés’ tuvo una actuación lamentable.
Con una muy buena entrada el día de la fundación española de Quito, fiesta del mestizaje cultural en la que las corridas de toros son huella inequívoca, se lidiaron toros de Trinidad de muy buen juego y excelente presencia en general. Al corrido en cuarto lugar lo aplaudieron en el arrastre.
El intermedio de la corrida fue escenario para un sentido homenaje a Braulio Almedia, hijo, en sus 25 años de profesional. Un gran picador. Hubo también, para que no falte nada, hasta un espontáneo.
Los sueltos lances de recibo de Víctor Puerto tuvieron el remate de una primorosa media verónica. El toro que se corrió en segundo lugar era un “señor” que embestía con la cara alta. Julio Campano dejó un buen par y la faena de muleta de Puerto se inició con buenos auspicios. El toro era violento y cortaba el viaje a menos que se le deje la muleta muy abajo. Tras una labor voluntariosa mató de un pinchazo y una estocada honda en buen sitio. Saludos desde el tercio.
El serio castaño que se corrió en cuarto lugar dio pie a una suave serie de lances a la verónica de Víctor Puerto. Tras un buen puyazo de Hernán Tapia, el diestro de origen manchego regaló un fabuloso quite por verónicas, dos excelentes medias y vistosa serpentiana. Muy bien lo banderilleó Gabriel Caza. Con gran decisión se fue con la muleta en forma de cartucho de pescado y se la presentó para dar el pase por el pitón izquierdo. Excelente el conjuntado manojo de muletazos para hacerse del toro, el torero tomó el pulso al gran ritmo del toro e hizo una faena pletórica de derechazos templados en tres buenas series. No tenía el mismo son por el pitón izquierdo y la labor de Puerto continuó con jaleados pincelazos de buen corte torero. En los pases circulares volvió a contagiar de entusiasmo a los graderíos y en el transcurso de su labor sonó el primer aviso. La media estocada apenas tendida fue eficaz. Le concedieron una oreja. Debió acaso recibir las dos. Fue la mejor actuación de Puerto en nuestra Plaza. El toro fue aplaudido en el arrastre.
El toro serio que salió en tercer lugar para Guillermo Albán se dañó la mano. Vino el sobrero en su lugar, del hierro titular. Era un toro reservón y tardo al que el torero guayaquileño lo brindó a ‘Bam Bam’ Hurtado, figura importante del fútbol ecuatoriano. Se fue Albán de rodillas y construyó un trasteo valiente, de oficio y cabeza que aprovechó los mejores momentos del toro y lo entendió con conocimiento y oficio. Los mejores pasajes los consiguió con la mano derecha y se adornó en pases circulares y fue volteado con fuerza en el ensayo de adornos por bernadinas. Pinchó y dejó una estocada caída y tendida y cortó su primera oreja.
En el quinto se entableró el diestro ecuatoriano en los lances de recibo. El toro clavó sus pitones en la arena y se dio un tremendo costalazo. Con buen criterio fue apenas picado y el inicio del trasteo muleteril fue con sentidos estatuarios. El viento empezó a soplar, Albán tenía que dar pausas y superar los enganchones y fue varias veces desarmado. El trasteo fue intermitente con entrega y buenos muletazos cuando las condiciones del clima y la lidia lo permitían. Inteligente Albán se adornó por circulares y martinetes para despertar las palmas generales. Se pegó el arrimón para sellar con manoletinas antes de volcarse para cobrar un espadazo tendido. La autoridad no dudó en conceder una oreja, sin embargo el público pedía dos trofeos y le propinó una sonora bronca al presidente con términos descomedidos. Albán recibió una oreja y dio dos vueltas al anillo de la plaza.
Nuevo en esta plaza era Julio Benítez, ‘El Cordobés’ hijo, que confirmó su alternativa en una desatinada actuación en la que dio un sainete y demostró poco valor, y desordenado oficio. Por cierto la actuación de este torero no desmerece en nada el tributo cariñoso del público de Quito a la mítica figura de su padre. De noble condición y buen trapío el primero de la tarde dejó ver los lances de El Cordobés y una trasteo al hilo del pitón sin ajustarse ni aprovecharlo. Sonó la música del pasodoble El Cordobés. El toro le propinó al torero un volteretón del que salió conmocionado por estar mal colocado. El toro avisaba sus ideas en función del mal trasteo y mató de forma desatinada.
Luis Carabalí, matador ecuatoriano, se lanzó como espontáneo en el sexto. La plaza se convirtió en un herradero y el serio toro, que cerraba la feria, recibió un buen puyazo de Braulio Almeida. Buen par de Patatas y una labor deslabazada, carente de técnica y machetazos antes de un auténtico sainete con la espada. Al final del festejo Albán salió a hombros.
Ponce fue el gran triunfador
El matador de toros valenciano Enrique Ponce resultó el máximo triunfador de la Feria de Quito, Jesús del Gran Poder 2010.
Los premios de la empresa Ciototusa quedaron así: Triunfador Enrique Ponce, trofeo de la estatuilla del Jesús del Gran Poder. Trofeo Virgen de Quito al novillero triunfador para el mexicano David Silveti. Trofeo al mejor toro para Forzador de número 299 de 452 kilos de peso lidiado e indultado por Guillermo Albán en cuarto lugar el sábado 4 de diciembre y trofeo al mejor novillo para Chaval de Mirafuente lidiado por Pablo Santamaría el cinco de diciembre.
El Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida entregó la Fábula de Quito a Enrique Ponce, el trofeo Saúl Montenegro al ganadero José Luis Cobo de Huagrahuasi y Triana y el trofeo a la torería, Ángel Luis Bienvenida a Guillermo Albán, y dio menciones de Honor a los picadores Braulio y Hernán Tapia y a los subalternos Campana y Caza.