Imaginemos un país llamado Ekuatoria que produce dos bienes: pan y queso. Imaginemos que Ekuatoria tarda 3 horas en producir un kilo de pan y 6 horas en producir un kilo de queso. Imaginemos un bloque económico llamado Eurolandia que es mucho más eficiente que Ekuatoria porque tarda apenas 1 hora en producir un kilo de queso y sólo necesita 2 horas para producir un kilo de pan.
Ekuatoria necesita dinero para sacar de la pobreza a millones de personas de aquel país. Para conseguirlo debe producir y vender más. Pero como su mercado es demasiado pequeño, tiene que colocar sus productos en el resto del mundo. Eurolandia es un buen prospecto, porque sus habitantes tienen plata y quieren gastarla.
Un vasto grupo de ekuatoreños entiende esa verdad simple y busca un acuerdo comercial con Eurolandia. Otro grupo -talvez más reducido pero mucho más vocal- se opone porque dice que los tratados comerciales son una trampa de los eurolandeses para explotar a los ekuatoreños.
Los detractores del comercio razonan así: los ekuatoreños deberán trabajar 3 horas para exportar a Eurolandia un kilo de pan y obtener, a cambio, un kilo de queso. Por su parte, los eurolandeses deberán invertir apenas 1 hora para producir ese kilo de queso y cambiárselo a Ekuatoria por un kilo de pan. La inequidad del comercio está en que Eurolandia deberá trabajar tres veces menos que Ekuatoria para obtener el pan que desea o, alternativamente, los ekuatoreños deberán esforzarse el triple que los eurolandeses para conseguir el queso que necesitan.
Esta conclusión es falsa porque se basa en el análisis exclusivo de las ventajas (o desventajas) absolutas de Ekuatoria frente a Eurolandia. Para determinar si el comercio es beneficioso, los ekuatoreños tendrían que estudiar las ventajas comparativas -no las absolutas- que tienen con Eurolandia.
Esto significa que los ekuatoreños deberían comparar cuánto tiempo les tomaría producir un kilo de queso localmente en vez de importarlo de Eurolandia. Por su bajo nivel de productividad, Ekuatoria produce un kilo de queso cada seis horas. En ese mismo tiempo pudiera producir 2 kilos de pan y cambiarlos por 2 kilos de queso.
¿Conclusión? Aun cuando los ekuatoreños tarden más que los eurolandeses en producir pan -es decir, a pesar de que estén en desventaja absoluta con Eurolandia en la producción de ese bien- les convendrá más producir pan e intercambiarlo por queso porque el medio kilo de queso que Ekuatoria deja de producir por cada kilo de pan que exporta a Eurolandia será compensado en exceso con la importación que se haga de aquel bloque económico.
Pobre Ekuatoria. Está en manos de gente que se opone al comercio no por razones técnicas sino puramente ideológicas.