Muerto Chávez, y tras la posesión de Maduro como presidente sin permitir el recuento de los votos, se reaviva la especulación de quién será el sucesor de Chávez como el líder del Socialismo del siglo XXI.
Chávez desempeñó un papel estelar en América Latina por una conjunción de factores y características de su persona. En cuanto al entorno, hay tres factores que destacar: la globalización, el surgimiento de un mundo multipolar, y el espectacular crecimiento de China. Como resultado de lo anterior, los países latinoamericanos de mayor importancia priorizan su relación con el resto del mundo, donde se les reconoce un papel importante, y se desentienden de la problemática regional. México ve su futuro económico en la mayor integración con los EE.UU., favorecerse con la reubicación de fábricas estadounidenses. Brasil junto con China, India y Rusia se suman a los EE.UU., la Unión Europea y Japón, en la toma de decisiones sobre el ordenamiento político y económico mundial. Hoy, candidatos de México y Brasil compiten por el cargo de nuevo director general de la OMC.
Otros países de América Latina también privilegian los mercados externos y las relaciones con los países desarrollados. Quien empezó con esta estrategia fue Chile, que se salió del Grupo Andino, no ingresó a Mercosur y firma TLC con varios países del mundo. Colombia y Perú también apuestan a los mercados externos en lugar de regionales.
El surgimiento económico de China impulsó al alza el precio de productos básicos y dio a Hugo Chávez los medios para subsidiar a Cuba y varios microestados caribeños, a cambio del voto de estos países en foros internacionales. El chileno Insulza le debe a Chávez la Secretaría de la OEA.
Chávez aprovechó esa circunstancia para instaurar un sistema que le permitió desplegar su extraordinario carisma y aglutinar alrededor de él a los pocos países de la región que no han optado por una mayor integración con el mundo exterior. Muerto Chávez, no hay sucesor natural.
Nicolás Maduro hereda la riqueza petrolera y el sistema político que le garantiza la reelección permanente, independientemente de lo que quieran los electores; por lo pronto tiene seis años. Pero carece en absoluto de carisma y parecería que incluso de dotes de gobernante. Chávez no apoyó el surgimiento de un sucesor viable.
Indiscutiblemente Rafael Correa tiene el carisma, y además la preparación de la que carecía Chávez, tiene 4 años por delante y la mayoría legislativa para cambiar la Constitución y permitir la reelección ilimitada. Pero no tiene el dinero.Ni Maduro va a poner la plata para que Correa lidere, ni Correa va a trabajar bajo cuerda para que se luzca Maduro. ¿Quién tomará la posta de Chávez? Nadie.