En la edición del domingo 18, los editoriales se dedicaron al tema Yasuní, dos artículos en especial hablan de la perversidad del petróleo y de la necesidad de eliminar los subsidios a los combustibles.
Creo que todos convergemos en que si no fuese necesario explotar petróleo no deberíamos hacerlo; pero entre el ser y el deber ser está la diferencia de los gobernantes y los dogmáticos. Comparto que hay que dejar de depender de la producción y venta del petróleo, pero creo más útil para el país, hoy discutir sobre la propuesta de cambio en la matriz productiva, y la propuesta gubernamental de la eliminación del subsidio a los combustibles por medio de la focalización y el establecimiento de un cupo mínimo.
Para la primera propuesta debemos entender que es necesario buscar el financiamiento para el desarrollo, impulsar nuevos sectores productivos (la siderúrgica, la sustitución de importaciones) requieren recursos económicos, que no veo de dónde más saldrán sino de la inversión pública y la poca privada que venga (por el factor de riesgo de los nuevos negocios) para financiar el desarrollo necesitamos los recursos del petróleo.
Debemos dejar de consumir como lo hacemos, en cantidad y calidad, es hora de emprender en el consumo responsable, comprar lo que menos afecte al ambiente y en las cantidades mínimas requeridas. La propuesta conjuga la ventaja (alguna debemos tener) de ser un país productor de petróleo con una gasolina barata hasta un cupo mínimo y conjuga la necesidad de consumir menos (el exceso de ese cupo se pagará sin subsidio).
El debate está abierto, necesitábamos recursos de otros países y sí el mundo nos falló, nosotros por ser ecuatorianos y estar en el centro del planeta no le fallemos al mundo y sigamos dando lecciones de humanismo y de responsabilidad ambiental.