Prohibido olvidar, Presidente
En la vida normal de cualquier ciudadano, solemos olvidarnos fácilmente de acontecimientos pasados, por diversas circunstancias, entre ellas, no son de importancia, no tiene ningún interés o no obtenemos ventajas.
Cualquiera que sea la razón para que olvidemos fácilmente hechos, esto le ocurre al ciudadano común y corriente, pero el Presidente no es común y corriente, sino el principal y primer funcionario público y ciudadano del país y tiene la obligación, por mandato popular, de administrar el país, que nos pertenece a todos y que el pueblo le ha encargado administrarlo.
Por esta simple razón es fundamental que el presidente, se digne, de manera periódica, informar a la ciudadanía, que somos sus mandantes, informarnos sobre los varios acontecimientos, que son importantes para la buena marcha del país.
El pueblo se pregunta qué sucede con el caso “Las Torres”, Varios casos de corrupción de la “década ganada” no resueltos, el caso de los “narcogenerales”, la inseguridad del país, etc.
Presidente, exigimos su intervención para solucionar estos y otros problemas de nuestra nación, ojalá.
Romel Merchán Herrera
Acceso a la Universidad
El presidente Lasso ofreció en campaña cambiar la forma de ingresar a las universidades del Estado. Y en Julio de 2021, envió a la Asamblea Nacional un proyecto de reformas a la educación superior, que duerme un injusto mal sueño. Mientras tanto, miles son los bachilleres que volverán a ser excluidos de las universidades públicas, tanto por el examen de ingreso en sí y por la existencia de cupos para seguir carreras de su preferencia. Por los cupos, a los aprobados se les obliga, entonces, a seguir carreras que no son de su preferencia. Deben optar otras carreras opcionales, sin que sean las de su vocación real, por lo que un alto número acaba desertando de éstas.Las autoridades universitarias deben ser sensibles a esta realidad e incrementar los cupos a las carreras, para los próximos ingresos, hasta que se apruebe la nueva ley.
No es válido el argumento de que es imposible hacerlo con los actuales recursos, puesto que basta recorrer por las aulas de cualquier universidad del país y se verá que hay mucho espacio y bancas sin utilizarse.No puede ser posible que una innovadora y nueva universidad, como la de Milagro, reciba más estudiantes que las emblemáticas universidades públicas de Guayaquil, Quito y Cuenca, con más recursos y más historia. El ejemplo de la universidad de Milagro debe seguirse, hasta que sea realidad un justo acceso generalizado a la educación superior. ¡Debe haber sensibilidad ante esa situación que compromete el futuro del país!. Impedir el ingreso a la mayoría de nuevos bachilleres destroza su autoestima y la posibilidad de que, con un título profesional, sean más útiles a ellos mismos y de servir mejor a su país y a sus familias. Para los pobres, la educación es la mejor vía de mejoramiento social. Según cifras de la Senescyt, fueron excluídos más de un millón de jóvenes en su aspiración de estudiar en las universidades. Esperemos que esta situación se supere, lo más pronto posible, lo cual será beneficio, mayormente, para las familias pobres del Ecuador.
Wilson Sánchez Castello.