Jamás esperé las expresiones de la presidenta del Congreso Nacional Gabriela Rivadeneira, que se valió de la frase de los tiempos de la guerra civil española 1938-1939, de un español que dijo que los pobres comen pan y los ricos comen mierda. Los ecuatorianos nos sentimos agredidos por su criterio copiado de aquellos tiempos que pasaron a la historia.
Para completar, la asambleísta Lourdes Tibán también usó la mala palabra para agredir a la militancia de Alianza País diciéndoles que son unos cojudos. La patria pregunta ¿quéclase de representantes tenemos los ecuatorianos? Creo que esa representación por voluntad popular que confió mayoritariamente en aquellas asambleístas han dejado mucho que desear. Por qué no son confiables para representar a todo un país con una capacidad intelectual, de estadistas y para no someterse a la política gubernamental principalmente por quien dirige la Asamblea exreina del glamour de la provincia de Imbabura cantón Otavalo.
Los ecuatorianos nos sentimos indignados por esa agresión.