Desde que la Asamblea de los ‘alzamanos’ emitió la nueva Ley de Tránsito, ¿qué ha cambiado realmente? Los taxistas siguen deteniéndose donde les place para recoger y dejar pasajeros, siguen haciendo piruetas en las calles, ignorando los semáforos y acometiendo a los peatones. Los buseros siguen corriendo carreras, dejando a los pasajeros en la mitad de las calzadas, rebasando con imprudencia en las carreteras, sobrecargando las unidades, bloqueando las vías con las tradicionales aguantadas. Los peatones siguen cruzando las calles por cualquier lugar. Las “mordidas” no han desaparecido. Para cumplir con la ley no se puede poner un policía detrás de cada ciudadano y ¿quién vigilaría a los policías? Moraleja: el cambio de conducta no se logra con solo leyes ni aumentando la vigilancia ni imponiendo multas. Se debe comprender que la educación es la base del cambio de actitudes y, por lo mismo, se le debe dar preferencia por encima de las demás medidas.