Un precedente curioso intenta crearse tras el anuncio del presidente Correa por hacer suyas las frases “Prohibido Olvidar” y “30S” o “30-S”. No es nuevo que un partido o movimiento político inscriba como propiedad intelectual todas las frases, signos, símbolos, colores, etc., que los representan, pero en este caso, no es País el que reclama la autoría de frases sino el Estado ecuatoriano, en un intento por registrar el producto de su intelecto que dice pertenecerle.
Al ser el Estado el que promueve el registro de estas marcas, tiene el absoluto derecho de prohibir su uso a quien hace un manejo “perjudicial” de la misma. Al mismo tiempo existe también el principio de especialidad en materia registral, que faculta a terceros de hacer uso de una marca registrada, siempre y cuando sea de buena fe y no tenga fines comerciales.
Esperemos que el proceso de impugnación se lleve a cabo con total transparencia, y en caso de que estas expresiones queden registradas, el Gobierno o el Estado ecuatoriano sean tolerantes y respetuosos con quienes hagan uso de estos términos y no infundan temor con represalias absurdas.