Conviene que se tomen medidas de seguridad y salubridad oportunas en la comercialización de tanques de gas de uso doméstico.
En demasiadas oportunidades he constatado que la válvula del tanque no cierra herméticamente con la válvula de paso, por lo que el gas escapa hacia el exterior. A veces se logra el cierre al poner la válvula de paso en cierta posición, lo cual es tremendamente peligroso. He concluido que no se hace el control y cambio del empaque de caucho con la frecuencia requerida.
Además, muchos de los tanques tienen condiciones de presentación e higiene deplorables. Están despintados y con derrames de comida sobre ellos. Las empresas proveedoras deberían darles la limpieza que la salubridad exige, a la vez que los usuarios deberían mantenerlos en sitios no expuestos a dichos derrames.