Me ha causado estupor y sorpresa leer en los diarios el despido de miles de empleados públicos, según el artículo 8 del Decreto Ejecutivo 813, firmado por el Presidente de la República, sin mediar ni consensuar, con todos los involucrados, porque no es posible, ni puedo concebir que se haya tomado tal resolución, dejando a miles de ciudadanos sin su trabajo y por ende sin el sustento diario para los padres y madres, cuyos hijos dependen de ellos.
No encuentro una razón valedera para esta actitud, por parte del Gobierno, que dice ser de la revolución ciudadana, del cual yo también formo parte de ella, he sido fiel defensor de las ideologías políticas que el presidente Correa ha trazado en su plan de desarrollo para cambiar el país, que estaba postrado por años, en una inercia total en todos sus estamentos sociales y políticos. No, señor Presidente, no es por allí por donde seguir esos cambios, tiene que ser más coherente, en sus discursos y en la práctica. Le puedo decir que me siento decepcionado.
¿Será acaso que su círculo está confundiéndole en su accionar político?, que no es Ud. quién gobierna sino fuerzas oscuras, ¡Ojalá me equivoque y cambie el rumbo de sus decisiones para el bien común!