El presidente Correa ha dicho que ser maestro es la profesión del futuro. Además, el Secretario de la Senescyt ha mencionado que quienes quieran seguir en la universidad carreras de educación, tendrán que ubicarse en el rango más alto de las pruebas de admisión. El mejoramiento de la educación es un objetivo principal y se supondría que existe una política para acoger y aprovechar a los profesionales recién formados. ¿Cuál es la realidad? Mientras que un maestro con título universitario al ingresar al magisterio gana 775 dólares, un policía de línea con una formación de un año recibe USD 933.
Un subteniente entra con USD 1 387, pero cualquier profesional en el sector público para alcanzar ese nivel debe tener alta preparación y años de experiencia, excepto los cargos de libre remoción, para los cuales puede ser suficiente el contacto de alto nivel. Algo no concuerda en las políticas gubernamentales. Pero es evidente que actualmente seguir una carrera policial o militar es una alternativa poderosamente atractiva en lo económico frente a una carrera universitaria con futuro profesional incierto.