Como se ha reclamado en forma insistente, han transcurrido varios meses de la situación caótica que atraviesa el Concejo de Quito y es urgente que los implicados actúen con la responsabilidad que merece la ciudad y lleguen a una solución decorosa, que permita recuperar el tiempo perdido y afrontar los graves problemas de la urbe.
Diversos sectores de la ciudadanía han calificado a la actual Administración Municipal como “una de las peores de su historia”, criterio que se agrava por la serie de juicios que tiene pendientes el alcalde Yunda, por indicios de irregularidades en contratos para obras, adquisiciones, etc. Algo inusual en el Cabildo Metropolitano.
Al respecto vale recordar que en 1945, durante el segundo Gobierno de Velasco Ibarra, se decidió que las capitales de las provincias del país tengan Alcaldes de elección popular, lo cual se hizo extensivo años después a los 221 cantones. El primer personero de Quito elegido en las urnas fue Jacinto Jijón y los sucesores, por lo general, han sido personajes respetables, impolutos, con profundo liderazgo y vocación de servicio a la comunidad, lo cual redundó en el progreso de Quito que, como bien destacó el presidente Guillermo Lasso, es la capital de la República y, por tanto, su destino compete a todos los ecuatorianos.
Varios ex alcaldes de esta ciudad han expresado su reproche a la gestión de las actuales autoridades municipales. Pocos días antes de fallecer, Rodrigo Paz manifestó: “Ver así a la ciudad me duele el alma; es una vergüenza para Quito lo que está pasando; cuando fui Alcalde, con los quince ediles de entonces formamos un solo equipo por la ciudad; todos aportaron”. Roque Sevilla calificó de nefasta la administración de Yunda y condenó el incumplimiento de sus funciones y la adjudicación de contratos a familiares y amigos. Días antes de la remoción de Yunda por el Cabildo, Paco Moncayo expresó que tras la crisis de gobernabilidad que vive el Municipio, el Alcalde debe pedir licencia mientras se defiende de las acciones legales en su contra. Andrés Vallejo dijo: “No hay administración en la ciudad; una cosa es el derecho a la defensa, otra muy distinta la maña ejercida por leguleyos sin escrúpulo que desprestigian a la profesión y contribuyen a desprestigiar a la administración de justicia y municipal- proyectando más sombras sobre el Alcalde. Ni un solo día más del relajo en que vivimos”. Augusto Barrera: “Quito vive una crisis exacerbada e inédita en su historia; en lo que respecta al Metro la idea era tener un operador internacional que pueda acompañar a la empresa durante los primeros años para hacer la transferencia de tecnología y conocimientos y hay otro problema gravísimo, que tiene que ver no sólo con la operación del Metro sino con el sistema integrado de transporte, que implica la caja común, la integración de todos los corredores y sistemas de buses; nada de eso se ha hecho”.