El viernes, mientras esperaba que cambiara el semáforo para curvar de la 6 de Diciembre a la República, me llamó la atención el sonido de velocidad y pitos. Para mi sorpresa, cuando miré por el retrovisor y luego cuando pasaron frente a mí, eran dos buses articulados corriendo carreras. El bus articulado de color rojo iba por el carril que le correspondía, es decir sur-norte en tanto que el otro de colores blanco, rojo y azul avanzaba por el carril contrario. Me pregunto ¿acaso no es suficiente con que los profesionales del volante hagan carreras en las calles de Quito, sino que ahora son los choferes de los buses articulados?
Una falla de los profesionales del volante jugando a pilotos de Fórmula 1 y cuántas vidas se perderían por su enorme irresponsabilidad.