En hecho inédito, y diría hasta Quijotesco, nace la nueva Corte Nacional en un hospital; fueron designados los 21 jueces, los mismos que regirán los destinos de una justicia plagada de corrupción e inequidad, con la esperanza de un futuro mejor, de ver brillar la luz de la verdad, de aquel sueño que todos anhelamos: la justicia.
No sé si con estos nuevos ilustres desconocidos magistrados, se vaya a mejorar la administración tan venido a menos, o si vamos a ver la luz a través del túnel, personalmente tengo mis dudas, porque se degeneró en la última etapa de calificación, razón por la cual el Asambleísta Páez mostró evidencias no comprobadas aún y la amargura de un personaje político que cada vez va decayendo, en su accionar de peregrinaje pues para él todo es oscuro y negro, no solo su partido político la ID sino la mayoría de movimientos. Aspiramos, todos los ecuatorianos, a que estos nuevos jueces tengan la capacidad, sabiduría y probidad en su accionar jurídico, para que el país se sienta seguro y confiado.