El éxito de la revolución ciudadana se concretaría cuando la comunicación se convierta en el cuarto poder del Estado. Actualmente, la comunicación del Gobierno a través de una masiva campaña publicitaria trata de realzar las obras que en este período se han hecho, desprestigiando a todos los gobiernos anteriores con el fin de hacer notar que lo hecho y expuesto es lo mejor que le ha pasado al país.
Tratando de mantener su alto favoritismo no permite que la Asamblea pueda realizar fiscalizaciones sobre las obras, que muchas de ellas al no ser perfectas tienen defectos en su gestión, administración, procedimientos técnicos y posiblemente el encarecimiento en las contrataciones. Lo hemos visto en las grandes cantidades de dinero gastadas en Salud, donde todavía existen deficiencias en las atenciones a enfermos, falta de profesionales, atención a neonatos.
En el equipamiento y adiestramiento a la Policía, a pesar del inmenso gasto en recursos y adiestramiento, el avance a las normas y control de tráfico son incipientes, la delincuencia, seguridad a la población entre otros siguen sin solución que satisfaga a la comunidad.
En la educación, donde se favorece solo la excelencia y a grupos que el Gobierno considera menos privilegiados, olvidándose de principios sociales que señalan que la educación tiene que ser incluyente para que todos los miembros de la sociedad alcancen a tener una vida digna a través de la igual oportunidad de educación y por ende aspirar a un trabajo honrado, caso contrario, la desocupación podría aumentar la inseguridad ciudadana como hoy está expuesta.
La comunicación es el patrimonio del desarrollo individual que se manifiesta de innumerables maneras con el fin de lograr el bienestar personal y de la comunidad, por lo mismo no puede ni debe ser reglamentada por ningún gobierno, por el contrario debe el gobierno garantizar y defender nuevas formas de comunicación.
La psicología reconoce a la conciencia como la que designa los procesos internos que transcurren en un estado de vigilancia, de la que nos percatamos y sobre la que podemos informar. Por lo señalado, la libertad personal y colectiva dependen del crecimiento individual, no podemos otorgar un derecho de desarrollo humano a nadie, solo a nuestra conciencia.