Maestro: ser omnisapiente dotado de infinita paciencia, tesón y sabiduría; mano cariñosa que enrumba, día a día, los pasos de todos cuantos lo necesitan; hontanar bendito de donde fluyen innumerables y dulces enseñanzas; jilguero mañanero que arrulla con su canto; sinónimo de amor, entrega y sacrificio; fiel espejo en el que han de reflejarse sus pupilos; tea que alumbra escollosos y difíciles senderos de la vida; generoso y pródigo surtidor de enseñanzas; amor hecho canción, sonata y poesía.
En fin…. ¡Divina palabra que engloba incalculables y mágicas virtudes! ¡Hay de aquel que no aprendió a valorar y reconocer la fecunda y pródiga labor del maestro, pues gracias a él aprendió no solo las primeras letras sino también valores y principios!
¡Loor en este Día al Maestro Ecuatoriano!