Terminada la relación laboral, patrono-empleado, dentro de la ley; viene la ingrata sorpresa de la realidad actual del IESS y su “descontrol informático”.
Presenté el Aviso de Salida, 30 de noviembre de 2007. Luego de 3 años, 2011, el IESS exige pagos injustificados mediante coactiva. Presenté reclamos en varias dependencias del IESS, sin respuesta. Con agilidad informática se han apoderado de mis fondos personales hasta extinguirlos. Todo, sin oportunidad a defensa.
El inexplicable cobro de supuestas obligaciones, por una relación laboral inexistente ha generado procesos absurdos que se topan con una ley que prohíbe suspenderlos hasta su cancelación, para posterior devolución.
Mi historial es de cumplimiento permanente, verificable en sus propios archivos. Esto me indujo a realizar pagos directos ante los primeros requerimientos del IESS, aún antes de verificar si su demanda era justa.
A pesar de mi agotamiento (tercera edad, 88) por tanto trámite infructuoso, insisto a través de este medio en reclamar mis derechos.