En abril del 2011, se aprobó la Ley de Educación, se homologó el sueldo de todos los docentes, es decir, ganamos lo mismo sin considerar títulos, tiempo de servicio ni responsabilidad. En septiembre el Ministerio de Educación anunció la recategorización docente; hasta la presente fecha no se ha realizado ni siquiera el intento por iniciar este proceso. Nos obligan a trabajar ocho horas diarias pero nuestros salarios no han mejorado, no podemos salir de los planteles para almorzar y se ha desatado una suerte de persecución que provoca tensión y desagrado en los maestros, este malestar de ninguna manera mejora la calidad de la Educación. En lo que respecta a las jubilaciones, maestros y maestras de más de 65 años se sienten engañados al ver que luego de presentar los papeles en julio del año anterior y cumpliendo los requisitos, no pueden acogerse a este beneficio.
Es preciso que se revise todo lo actuado: no existe facilidad para la capacitación, no hay mejora salarial, pero sí sobre explotación laboral. Como educadora que apoyó las acciones de este Gobierno y creo en el cambio que debe darse, pido que se agilicen los procesos y exista seriedad en los compromisos adquiridos por el Ministerio de Educación.