Proponemos evaluar la calidad de los centros de enseñanza mediante el análisis de la escritura y redacción de sus ex alumnos. Por ejemplo, revisemos ¨
‘las perlas’ de una carta oficial que ha circulado en los medios de comunicación: “…me refiero a varios exhortos de los cuales he sido notificado…” (Deficiente sintaxis por enlace inadecuado de dos oraciones subordinadas); “yo quisiera imaginar… cuál fuera…” (Erróneo uso del subjuntivo en lugar del condicional); “ex trabajadores” (La RAE aconseja no separar el prefijo de la base, ex trabajadores); “…violación a la independencia entre las funciones del estado…” (Preposición incorrecta, …independencia de las funciones…); ¨…se extralimita de sus connaturales funciones…” (Preposición incorrecta asociada a error semántico. Connatural significa propio o conforme a la naturaleza del ser viviente); “…crisis del Parlamentarismo…” (No precisa de mayúscula inicial); “… la época de las Asambleas Populares, con los cuales…” (¿Y la concordancia?); “República” -debajo de la firma del remitente- (Emplear mayúsculas no nos exime de colocar la tilde). Por falta de espacio no detallamos otros errores en el uso de las conjunciones, de las preposiciones, de la puntuación, el gerundio de posterioridad, etc., inadmisibles en un texto oficial tan corto.
Esto bastaría para que el Senescyt investigue a las instituciones donde estudió el remitente, por los graves problemas gramaticales que exhibe.