Con mucha indignación he leído la nota publicada en su distinguido medio impreso, el pasado 27 de enero, en la sección Cartas a la Dirección, a través de la cual se recoge la infundada apreciación del Sr. Felipe Balladares, quien solicita la desaparición del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
El referido ciudadano, aduce que el Inamhi “no justifica su existencia, al ser un ente que casi nunca, por no decir nunca, acierta ninguno de los pronósticos…”, respaldando su criterio aparentemente en una de las declaraciones de un técnico de la institución. Y para “ilustrar” el tema el Diario El Comercio la acompaña con una caricatura alusiva al tema.
El Sr. Balladares y la ciudadanía en general deben conocer que el Inamhi, al igual que otros institutos de Sudamérica dedicados al estudio de la Hidrología y la Meteorología, mantiene un rango de aciertos de los pronósticos que oscila entre el 80 y el 90 por ciento. Ecuador no es la excepción, sin embargo, a pesar de lo difícil que es predecir el tiempo atmosférico en nuestro país, debido entre otros factores a los siguientes:
-La difícil ubicación geográfica del país.
-El que Ecuador esté atravesado por una cordillera que genera microclimas.
-La aplicación de modelos matemáticos de predicción enfocados a superficies planas y que son autorizados por la NOAA.
-Los efectos del cambio climático.
-La falta de técnicos especializados en Meteorología.
-La influencia de varios sistemas meteorológicos como la Zona de Convergencia Intertropical, las perturbaciones amazónicas y la Vaguada del Perú.
Además el proceso de elaboración del pronóstico incluye una serie de pasos como el análisis de imágenes satelitales sobre el comportamiento real de la atmósfera, la observación del pronóstico de otros países, la inclusión de datos sobre precipitación, temperatura de varias zonas del país, entre otras actividades, razón por la cual solicitamos al Sr. Balladares, a un reportero de Diario El Comercio y al público interesado en conocer más sobre este producto técnico a visitar el área de Predicción del Inamhi (Iñaquito N36-14 y Corea), donde con agrado explicaremos el tema en referencia, basta marcar el número 02 2246-407 para concretar una cita.
Una de las demostraciones más fehacientes de que el Inamhi trabaja con profesionalismo, por el bien del país y con el ánimo de ir mejorando continuamente la calidad de sus productos y servicios fue el anuncio que realizó nuestra institución, el pasado 9 de septiembre en el sentido de que en tres días llegarían las lluvias para sofocar el intenso sol que vivió Quito y otras ciudades del país con un saldo alto de hectáreas de bosque incendiadas. Y en efecto así ocurrió, lo cual trajo alivio a la población.
Ningún país tiene un margen de acierto del 100 por ciento en sus pronósticos, a pesar de la tecnología utilizada y de los profesionales que laboran en otros institutos similares al Inamhi. En este contexto, en Ecuador estamos fomentando, junto a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, una cultura meteorológica, que incluye de primera mano el conocimiento de conceptos básicos como el pronóstico del tiempo, el pronóstico del clima e, inclusive, de la misma Meteorología, que de seguro el Sr. Balladares a lo mejor desconoce.
La tarea técnica del Inamhi no es fácil. Nuestro producto estrella sin duda es el pronóstico del tiempo; sin embargo, nuestra agenda diaria de trabajo incluye otros componentes fundamentales como estudios sobre la calidad de agua, la entrega de información climatológica para alertar la eventual presencia de fenómenos meteorológicos adversos, la investigación de glaciares, proyectos sobre reservas de agua subterránea, entre otros.
Carlos Naranjo Jácome, Director Ejecutivo del Inamhi, Representante Permanente de Ecuador ante la OMM