De cuando en cuando, el mundo editorial regresa a ver los trabajos de los periodistas para darles una permanencia menos efímera que aquella de periódicos y revistas. Entonces surgen libros.
El periodista no es un escritor en el sentido literario de la palabra. Escribe, pero lo hace lejos de la ficción y sus historias son versiones de la realidad.
De los distintos géneros periodísticos aquellos de opinión y de investigación suelen en ocasiones transformarse en libros cuando la potencia de las ideas que se expresan o los procesos de interés público deben trascender en el tiempo, más allá del día a día de la noticia.
Muchos grandes escritores, consagradas plumas se han dedicado al periodismo en diferentes géneros. Gabriel García Márquez decía que empezó en un pequeño diario de editorialista y luego “ascendió” a reportero. El reciente premio Nobel, Mario Vargas Llosa mantiene una columna de opinión. Ernest Hemingway , como los dos anteriores, premio Nobel de literatura, fue cronista importante. Se podría mencionar a grandes del periodismo literario (que así se llama al periodismo de opinión) como Mariano Grondona, D’Artagnan, Paco Umbral, Rosa Montero, Pérez Reverte o Fernando Savater, entre algunos destacados del habla hispana.
Ecuador tiene una larga tradición de libre-pensadores que se han expresado en las páginas de opinión. Desde Eugenio Espejo en la Colonia pasando por Pedro Moncayo, el gran Juan Montalvo (furibundo crítico de los gobernantes), Manuel J. Calle, Benjamín Carrión, Alfredo Pareja Diezcanseco, Raúl Andrade, Alejandro Carrión, para citar algunos consagrados ya ausentes.
Jorge Ortiz lanzó recién una interesante recopilación de artículos de temas internacionales que habían sido publicados en la revista Diners. Jorge dice de esta forma que está ahí, presente con su pluma de calidad, su estilo directo y su versada cultura, mientras las tormentas del autoritarismo le impidan volver a las pantallas de la TV.
En el otro género que nos ocupa, el periodismo de investigación, las publicaciones han sido muchas. El emblemático caso Watergate acabó con la renuncia del Presidente Richard Nixon y mereció una veintena de libros periodísticos. La dictadura argentina y el peronismo dieron pie a fecundas investigaciones en especial en la etapa del neoliberalismo populista y sus abundantes negociados.
En el entendido de que el periodismo de investigación siempre busca revelar lo que el poder quiere ocultar ahora vuelve a ser noticia el libro ‘El Gran Hermano’ de Juan Carlos Calderón y Christian Zurita que lanzan la segunda edición con la reacción de una demanda por USD 10 millones por un supuesto daño moral.
El caso escrito por los reconocidos periodistas merecería una seria investigación judicial ahora que el poder concentrado intenta controlar también la justicia.