Se fundamenta, como forma de gobierno, en la competencia electoral de los partidos y en la separación, autonomía e independencia de los otros poderes. Las campañas igualitarias en propaganda, sus resultados limpios con la garantía pública de un Tribunal Supremo imparcial. En nuestro país esas características abrieron etapas de crisis propiciada, de tiempo en tiempo, por los golpes de Estado, tanto de las FF.AA. como del Parlamento que entraba en abierta confrontación con el poder presidencial.
La historia registra, en la década de 1920, la fundación de tres partidos-doctrinarios: Conservador en 1925, Liberal en 1923 y Socialista en 1926. Hacia 1934 surgió José María Velasco Ibarra el primer líder populista, quien gobernó hasta 1935, y entre 1944-1947 en su segunda presidencia, el país vio crearse otro populismo: Concentración de Fuerzas Populares, liderado por su Ministro de Gobierno, Carlos Guevara Moreno. Al terminar en 1972 el último Velasquismo existían 10 partidos. En 1979 se eligió a Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado, quienes gobernaron hasta 1984. Ese año el proceso electoral registró a 17 partidos, pero llegaron a ocupar curules en el Congreso solo 13 y la fuerza mayor fue la Izquierda Democrática que ganó 24 diputados, seguido del Partido Social Cristiano con 9, CFP 7, Frente Radical Alfarista 6, Demócrata 5, Democracia Cristiana 4, Liberal 4, Movimiento Popular Democrático 3, PRE 3, Conservador 2, Frente Amplio de Izquierda 2, Nacionalista-Revolucionario 1, y el Socialista 1. Total 71 diputados: 12 nacionales y 59 provinciales. Ejerció la presidencia León Febres Cordero hasta 1988, Rodrigo Borja, hasta 1992, y termina el ciclo Sixto Durán Ballén en 1996.
Después de 17 años estables, en 1996 comienza la inestabilidad presidencial con Abdalá Bucaram y termina con Alfredo Palacio en el 2006, año en que triunfa Rafael Correa Delgado en 2ª vuelta y soporta el peso opositor del Congreso pluripartidista, en el cual no tiene ni una curul porque no presentó candidatos de su movimiento. El triunfador propone con urgencia la instalación de una Asamblea Constituyente con la que logró una mayoría cómoda para aprobar la Constitución de Montecristi en octubre de 2008. Ese texto abrió los cauces para debilitar la democracia que comenzó con anular la facultad de fiscalización de la Asamblea, hasta tomarse el Poder Judicial, dominar a la Función Electoral y poner a su servicio a la Corte Constitucional. Culminó este 17 de febrero al s ituar a Alianza-País en más de dos tercios de la Asamblea que con Avanza de Ramiro González, antes de Izquierda Democrática, sumarían 105 curules, que dejan arrinconados a 32 diputados: Creo el partido que logró el 24% de votos presidenciales con Guillermo Lasso con 11 asambleístas, seguido de 6 del PSC, 5 de Sociedad Patriótica, 5 de Pachakutic-MPD, 3 de movimientos regionales, 1 del Roldosismo y 1 de SUMA-Rodas, la revelación.