Esta vez fue indispensable llegar casi hasta la última ceja del 2012, para encontrarse de bruces o de manos a boca, como suele también decirse, con el “libro ecuatoriano del año”.
Pero que lo es efectivamente, no admite duda alguna ni discusión valedera. Quienes asumen tal vez con excesiva modestia, el título de ‘compiladores’, es decir el doctor Pedro Velasco Espinosa y la doctora América Ibarra Parra, han llamado al volumen con el nombre de “José María Velasco Ibarra en la Historia” y desde el propio formato, las iniciales fotografías, la nitidez de las reproducciones de imprenta Mariscal, la impresión conjunta y la de los distintos capítulos particulares, dan forma a una precisa ‘revelación’ sobre dicho personaje quien, no obstante la dilatada carrera pública que desenvolviera en nuestro país y en el escenario de todo el Continente, permite que nos brote la sospecha de que en realidad ha sido un desconocido, requerido de nuevos estudios.
Algunas visiones sobre el inquietante misterio del personaje, lo deja ya entrever desde sus primeras frases, el autor del Prólogo, doctor César Alarcón Costta, de la Fundación Ecuatoriana de Desarrollo (FED). Él interroga: “¿Cómo comprender a un líder que triunfa en elecciones libres a momentos tan distintos del siglo XX como la crisis de los años 30, la ‘debacle’ nacional de los 40, en la estabilidad de los 50, en la incertidumbre de los 60 y en los 70 cuando los albores de la época petrolera y el llamado desarrollismo?”
A su vez, bajo el epígrafe de “Mi Velasco Ibarra”, Pedo el sobrino carnal del estadista, reconoce que “tuve la dicha de vivir con el Velasco ‘humano’, aparejado al “cinco veces Presidente”, es decir a su Yo total. Al ser humano trascendental y vital, con sus instantes gloriosos y de enojo, con la sonrisa a flor de labios o la iracundia, con todas sus intensas luces y escasas sombras”.
Y América Ibarra Parra con la caracterización de “una presencia sin presencia”, a más de señalar que para “la FED, el Colegio e Instituto Tecnológico Superior ‘Nuevo Ecuador’ y la Editorial Raíces, auspiciantes de la obra, constituye un privilegio esta edición”, destaca la evidencia de que en los actuales momentos de la Patria, es de importancia suma que los jóvenes descubran a quien fuera elegido 5 veces Presidente, con el termómetro de su pensamiento”.
Ya en el desenvolvimiento estructural de la obra, se registran datos como el facsímil del Almanaque Bristol, de 1893 con la anotación de puño y letra sobre el personaje; los títulos de bachiller, fotos del Colegio San Gabriel; el título de doctor en Jurisprudencia, aprobado con “cinco primeras” según el cómputo de entonces.
Más adelante se incluyen los mensajes presidenciales; la obra de la segunda esposa, doña Corina Parral, argentina; gráficas de momentos decisivos del acontecer político y el retorno al Ecuador, ya viudo, cuando el doctor Velasco dijo con voz quebrada que “había retornado para meditar y morir”.