La excavación y ampliación de túneles y pozos con el uso de explosivos está en la fase final en el proyecto hidroeléctrico Sopladora, ubicado en el límite de Azuay y Morona Santiago.
Uno de los últimos trabajos de este tipo se cumplió la noche del martes pasado en el pozo de carga, que se conecta con la casa de máquinas.
Allí, los técnicos chinos Chen Tan Ming, de 45 años; Tan Xi Quian, de 29; Chen Cho Gu, de 35; y Lex Wang Chan, de 28, estaban encargados de colocar los explosivos y realizar la detonación que tenía como objetivo ampliar este pozo. Por alguna razón que todavía se desconoce, el plan de detonación falló y la explosión terminó con las vidas de los cuatro trabajadores chinos.
No es el único accidente que ha ocurrido desde que se inició la construcción del proyecto Sopladora en el 2011, pero sí el más grave. Hubo tres anteriores donde se registraron otros tres fallecidos en actividades diferentes y no relacionadas con esta última, explicó ayer Tito Torres, gerente de la Unidad de Negocio Hidropaute, concesionaria del proyecto.
Según él, Hidropaute, la empresa encargada del proyecto y la fiscalizadora cuentan con procedimientos de seguridad para la ejecución de estas obras. Además de los equipos de seguridad que llevan los trabajadores deben aplicarse procedimientos vinculados, por ejemplo, con las distancias que deben existir para realizar las explosiones. “Un informe debe determinar qué pasó”, dijo Torres, añadiendo que el índice de accidentabilidad es bajo considerando la magnitud del proyecto.
Desde la madrugada de ayer, el fiscal de Paute, Marcelo Molina, inició las investigaciones en el lugar del accidente. Se tenía previsto tomar versiones y hacer el levantamiento de los restos, los cuales fueron trasladados a la morgue del Hospital Vicente Corral Moscoso de la capital azuaya.
El objetivo es determinar qué ocurrió y si se cumplieron los procedimientos de seguridad. De forma paralela, Torres pidió un informe de lo acontecido al Jefe del Proyecto, al consorcio constructor Gezhouba Group Company-Fopeca y al fiscalizador de la obra.
“Pedimos un informe de los hechos para determinar qué ocurrió. Espero tenerlo máximo mañana (hoy)”, dijo Torres. Según él, los fallecidos eran expertos en explosivos que laboraban desde hace tiempo en esta hidroeléctrica, una de las más importantes del país.
Ellos fueron contratados directamente por el consorcio constructor. Torres señaló que en el caso de Hidropaute se exigió que los trabajadores sean expertos. En la mañana de ayer, él no contaba con informe detallado de sus hojas de vida, “pero tienen experiencia”, dijo.
Las excavaciones con el uso de explosivos están en la última fase, pues ya se ha cumplió con el 98% de este tipo de trabajos. “Solo faltaba la ampliación de dos pozos” y en uno de ellos ocurrió este hecho.
En la construcción del proyecto hidroeléctrico Sopladora laboran 2 200 trabajadores, de los cuales cerca de 400 son chinos. Ellos realizan tareas administrativas y también trabajan en zonas de construcción como la cámara de interconexión, túnel de carga, patio de maniobras, túnel de descargas, entre otros. “Son técnicos y también obreros”, aseguró Torres.
De acuerdo con la información que dispone Hidropaute, los trabajadores extranjeros cuentan con visas para trabajar en Ecuador y todos están afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y sus contratos de trabajo rigen de acuerdo con la normativa ecuatoriana. “Las indemnizaciones y el traslado de los cuerpos estarán a cargo de los constructores”, aseguró Torres.
Tras la muerte de estos cuatro técnicos chinos se suspendieron las obras en el pozo de carga, no así en el resto de frentes de trabajo donde las actividades fueron normales ayer.
Se prevé que la obra, cuya y inversión está presupuestada en USD 678 millones, finalice a mediados del próximo año.
Según la web de la Hidropaute, el monto máximo de financiamiento es de 85% del contrato y está a cargo del Banco de Exportación e Importación de China. El resto se cubre con recursos del Estado ecuatoriano.
Actualmente Sopladora registra un avance del 52% en sus trabajos. Desde ayer se empezó con el hormigonado de los pozos, túneles y otros espacios. También, están llegando equipos como tuberías de aspiración, puentes-grúas que se necesitan para empezar el ensamblaje de los equipos.
Sopladora está aguas abajo de la Central Paute y aprovechará el agua turbina de esta última. Por ello, hace pocos días, se inició el proceso de interconexión entre ambas eléctricas.
Punto de vista
Pablo Suasnavas Decano Facultad de Seguridad Ocupacional Univ. SEK.
La gestión de riesgos es clave
Los accidentes de trabajo se producen en las industrias de alto riesgo porque hace falta reforzar la gestión de riesgos. Esto no quiere decir que las empresas no lo hagan, o sean negligentes, sino que falta identificar de mejor forma los peligros que pueden existir. Por ejemplo, se puede medir las situaciones en los puestos críticos. Cuando se produce una catástrofe es importante hacer una evaluación del caso. Medir las condiciones de inseguridad y analizar si los trabajadores tienen entrenamiento, si hay mediciones ambientales, etc.
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