La situación es paradójica. Pese a que está en una crisis profunda que le acerca a una solicitud de ayuda financiera, España integrará pronto el club de los países más ricos de la Unión Europea (UE), convirtiéndose en contribuyente neto al presupuesto europeo.
Al cabo de una trayectoria espectacular, pasó en una década de ser el mayor beneficiario de los fondos europeos a tener que pagar más al fondo común de lo que recibe, en su calidad de cuarta economía de la zona.
“España es uno de los países que más se ha favorecido con la entrada en la Unión Europea” , en 1986, destacó Rolf Campos, profesor en la IESE Business School de la ciudad de Madrid.
Mientras que Mario Kolling, investigador en el Instituto Real Elcano, dijo que solo hace falta ver la red de trenes de alta velocidad que tiene España, que ha sido cofinanciada en gran medida por la UE , para darse cuenta hasta qué punto la zona apoyó el crecimiento económico del país.
A ello contribuye el fuerte sentimiento de España de ver a la Unión Europea como una solución y como un camino hacia la modernización del Estado.
Con la llegada de nuevos países miembros como Bulgaria o Rumanía, España aparece, en comparación, como uno de los países ricos de la zona de Europa.
Y tras haber logrado mantener su estatus de beneficiario neto en el período 2007-2013, España se va a convertir con casi toda seguridad en contribuyente neto para el próximo ciclo, 2014-2020, predijo Kolling.
Pero he aquí que para Madrid, este ascenso en la escala, que lo hace ponerse a la altura de Alemania, Francia o Reino Unido, es en cierta forma mala noticia.
Ello porque el país, debilitado, se debate para superar el estallido de la burbuja inmobiliaria del 2008. Sumergida en recesión, sufre un desempleo récord, con más de una persona en edad activa de cada cuatro sin empleo.
“Hay que tener en cuenta la crisis económica que estamos padeciendo”, resaltó en septiembre el secretario de Estado de la UE, Iñigo Méndez de Vigo.
¿Cuánto tendrá que contribuir al fondo común? Este es un asunto para discutir con sus socios en la cumbre del 22 y 23 de noviembre, dedicada al próximo presupuesto europeo.
“España está intentando en la negociación que se tengan en cuenta las cifras más actuales para el cálculo del PIB per cápita, para integrar el efecto de la crisis ” , destacó Mario Kolling.
“Y también hay que mirar cómo va a evolucionar en el futuro, porque la predicción para España de los próximos dos años es una caída acumulada del PIB del 3% y, por lo tanto, ese país se volverá más pobre dentro de Europa ” , agregó Rolf Campos.
Otra discusión prioritaria es el mantenimiento de los fondos de cohesión para sus regiones menos ricas que la media, como Andalucía y Galicia, y de ayudas agrícolas a otras áreas.