Cuando una persona se enferma, no solo padece el enfermo, también sufre la familia.
A casi un año del inicio de la cuarentena en Ecuador, mi familia es otra vez golpeada por el covid. En abril del 2020 fue mi tío y hoy 16 de marzo de 2021, mi prima.
Estas pocas líneas no resumen el dolor sufrido que es atender a un familiar enfermo, enfrentarse a la ambición de algunos comerciantes que suben los precios a niveles exorbitantes de los tanques de oxígeno y medicinas, la desesperación de querer hacer más y el miedo que desde que inició la pandemia está perenne en la gente.
Imagino este dolor que siento ahora en cada ciudadano que además de perder a sus familiares, soporta las consecuencias de la crisis económica. Sin embargo, para Lenín Moreno este escenario no es suficiente, y como a él no le interesa el país ni su gente poco hace por ofrecer un poco de justicia al pueblo ecuatoriano. En la pobre mentalidad de este señor, existe la idea de que todo se resuelve entregando bonos.
Gracias a Lenín Moreno, los Bucaram llenaron su casa con medicinas, Daniel Mendoza planeaba construir su mansión de 1 millón, Alexandra Ocles presuntamente lucró con fundas de comida y lo más indignante, la vacuna ha sido repartida entre la burocracia y los clubes de sociedad ¿Acaso la gente de clase media y baja valemos menos que otros sectores por el simple hecho de tener menos dinero?
Lenín Moreno puede culpar a Rafael Correa o alegar que “él no lo sabía”, no obstante él es responsable de lo que ha sucedido y sigue aconteciendo en su Gobierno. Lo único que ha demostrado Moreno es su ineptitud y su poco interés en las personas que hace 4 años le dieron el voto y lo peor de todo es que todavía tenemos que soportarlo hasta mayo.